Hay equipos que más allá de las bajas que puedan tener siguen siempre jugando a lo mismo con un nivel de despliegue físico que puede acabar con el argumento del talento que puedan ofrecer sus rivales. Eso es lo que pasó en el Olímpic de Montjuïc, donde el Barça logró amenazar al campeón de Europa (que de hecho sacó dos balones sobre la línea) pero que acabó imponiendo su rodillo físico para acabar ganando por 1-2 un partido en el que el Barça hacia tiempo que se ahogaba. Ramos marcó en el 90’ un gol que derribaba la muralla del Barça, que tuvo sus opciones, pero que sigue lejos de esta apisonadora.
Flick ya había telegrafiado su proyecto de equipo el domingo y cumplió que se veía venir. Eric y Cubarsí salieron como centrales para tratar de asegurar una buena salida de balón y Ferran fue el ‘9’ titular, un puesto que parece estar apropiándose por derecho. Lewandowski aguardaba en el banquillo.
Clase magistral del PSG
Las imágenes de la derrota del Barcelona ante el PSG
Los de Luis Enrique ganan 1-2 al conjunto de Hansi Flick. Los franceses remontan el gol de Ferran Torres con los tantos de Mayulu y Goncalo Ramos.
Luis Enrique, a pesar de no tener a su delantera titular, mantuvo el dibujo habitual de tres delanteros muy rápidos y dinámicos y no sacó al portugués Gonçalo Ramos hasta el final para dar la puntilla. Mbaye, Mayulu y Barcola salían a buscar la espalda de la defensa blaugrana para encarar a un Szczesny que no tiene entre sus mejores virtudes las salidas a campo abierto para cerrar espacios.
A pesar de las bajas el partido de inicio ya fue lo que se podía esperar de él. Un espectáculo descomunal con dos equipos jugando a un ritmo que muy pocos conjuntos podrían soportar. Al Barça, la gasolina le duró una hora.
De entrada, Lamine Yamal dejó claro que le tenía ganas al partido y a Nuno Mendes, el mejor lateral del mundo. A los 90 segundos de partido el canterano del Barcelona dejó sentados a Vitinha y Barcola con una ruleta y luego a su némesis portuguesa en un recorte mágico. Pero sólo era el primer movimiento de un duelo que de entrada parecía que se iba a decantar por el blaugrana cuando asistió con el exterior a Ferran Torres y Zabarnyi salvó sobre la línea de gol.
Lamine siguió con su recital al robarle una pelota a Vitinha, jugar con Pedri, que asistió a Rashford que le regaló el gol a Ferran Torres. A partir de ahí se acabó Lamine y empezó el rodillo coral de Lucho.
Entonces llegó el tiempo de Nuno Mendes, que empezó a cabalgar rompiendo líneas y descolocando a los blaugrana. En la primera, De Jong tuvo que pararle con una falta que fue amarilla y se quedó al borde de la roja, pero ya en el minuto 38 con el PSG haciendo sufrir al cuadro de Flick el luso entró en el campo blaugrana como un ariete sin que Lamine le siguiera y encima Cubarsí falló al interceptar el pase a Mbaye, que empató antes de un descanso que el Barça pedía desde hacía tiempo.
La reanudación empezó con un calvario para el Barcelona, que sufrió la presión del PSG, que ahogaba a los blaugrana. Todo lo contrario de cómo comenzó la primera parte. El colectivo del PSG anulaba al conjunto catalán, pero la calidad de Lamine Yamal, volvió a meter el miedo en las filas francesas. La primera vez que agarró el balón forzó una falta a Nuno Mendes que se jugó la segunda amarilla y el Barça sacó la cabeza del agua hasta el punto que Hakimi evitó un gol que parecía hecho para Dani Olmo.
Flick metió en el campo a Balde, Lewandowski y Casadó para tratar de capear el temporal cuando parecía que lo peor había pasado. Pero quedaba mucha tela que cortar.
El poder físico del París Saint-Germain se impuso a un Barcelona que pasó a sufrir lo indecible ante un PSG que olió sangre y se fue a la yugular del equipo blaugrana.
GD