Con la llegada de nuevos gobiernos, primero en México y en unos meses en Estados Unidos, vuelve a cobrar relevancia el tema de la cooperación binacional, que se ha visto mermada por la proliferación de discursos nacionalistas y la polarización. Esta fue una de las conclusiones durante la presentación de la Encuesta de Elites Binacionales de Política Pública, coordinada académicos del ITESO y de la Universidad de Texas en Austin.
Cuando se habla de la relación entre México y Estados Unidos hay tres temas que se repiten a lo largo del tiempo: migración, seguridad, relaciones comerciales. Sin embargo, los temas de interés para dos naciones que comparten más de tres mil kilómetros de frontera son muchos más: educativos, culturales, medioambientales, ciencia, tecnología… la lista es larga, aunque muchas veces se explora poco por una situación que se ha venido acrecentando: el ambiente de polarización política que prima en ambas naciones y que, luego de las elecciones de este año en ambas naciones, seguirá aumentando. Estas fueron algunas de las ideas que se compartieron durante la charla “¿Colaboración sin fronteras? Perspectivas México-EE UU”, que tuvo lugar el 7 de noviembre en Casa ITESO Clavigero.
El punto de partida de la conversación fue la presentación de los resultados de la Encuesta de Elites Binacionales de Política Pública, coordinada por Carlos Moreno Jaimes, académico del ITESO, en coautoría con Alfonso Rojas Álvarez, de la Universidad de Texas en Austin. Al dar la bienvenida a la actividad, Marcos del Rosario Rodríguez, director del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Dsoj) del ITESO, dijo que la polarización en México y Estados Unidos “es un desafío para la colaboración binacional”, y añadió que herramientas como la encuesta pueden ser “una puerta para entender las posibilidades de una colaboración sólida. La polarización puede ser un obstáculo o un área de oportunidad si se sabe conducir de una manera adecuada”.
Al momento de presentar la encuesta, Carlos Moreno dijo que esta contó financiamiento del Latino Research Institute, de la Universidad de Texas, y en ella participaron 600 estudiantes de posgrado de ambos países. El cuestionario partió de dos argumentos: el primero, la polarización partidista afecta las preferencias de política exterior; el segundo, pese a la polarización, existe un consenso en la importancia de ampliar la agenda de colaboración para llevarla más allá de los temas que se abordan tradicionalmente. Entre los temas que se consideraron en el cuestionario se encuentra Estado de derecho, confianza, corrupción, intervención gubernamental vs libre mercado, participación social, filiación política y grado de polarización.
Al exponer los hallazgos, Carlos Moreno dijo que desde Estados Unidos se tiene la apreciación de que los principales problemas de México son la corrupción, la inseguridad y el mal desempeño del gobierno, mientras que los connacionales perciben que en el país vecino los principales problemas son el consumo de drogas, el racismo y el costo de los servicios de salud. En ambos países, sin importar la filiación partidista, hay coincidencia en señalar que la agenda México-Estados Unidos es diversa. A pesar de que los discursos nacionalistas han ganado fuerza en ambos países, las personas encuestadas coinciden en la importancia de la colaboración en los temas de la agenda ampliada, aunque destaca que México está más abierto a la colaboración. En Estados Unidos hay más apertura de los demócratas y de los moderados, mientras que los republicanos tienen una percepción más negativa.
Los comentarios a la encuesta estuvieron a cargo de Martha Bárcena, quien fuera embajadora de México en Estados Unidos de 2018 a 2021, y Tony Payan, director del Centro Estados Unidos-México del Baker Institute y académico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Martha Bárcena comenzó diciendo que el estudio coordinado por Carlos Moreno y Alfonso Rojas es “pertinente, llega en un momento clave, de nuevos gobiernos y con una polarización que ha aumentado en los últimos años”. En ese sentido, agregó, las personas moderadas han ido perdiendo terreno, lo que dificulta la colaboración binacional aun cuando “toda negociación de un tratado implica una cesión de soberanía”. No obstante, agregó, hay un panorama poco optimista porque se han endurecido “los discursos nacionalistas y soberanistas. En ambos países se ha instalado un soberanismo populista”.
La exembajadora resaltó la importancia de poner sobre la mesa temas como la educación, la cultura y la cooperación en ciencia y tecnología. “Nos estamos quedando cortos en diplomacia, nos estamos quedando cortos en intercambios académicos, en Estados Unidos no nos ven como iguales en temas de ciencia y tecnología”. También resaltó la importancia que tienen los gobiernos locales (estatal y municipales).
Por su parte, Tony Payan comenzó lamentando la desaparición de una encuesta que se realizaba desde el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y que dejó de aplicarse aun cuando era una buena guía para el entendimiento entre ambos países. En ese sentido, agregó, la encuesta realizada por Carlos Moreno y Alfonso Rojas “llena un vacío importante”.
Al entrar en materia, dijo que los proyectos nacionalistas “no dejan espacio para la colaboración con otros países, porque el discurso nacionalista lo que busca es crear enemigos y encontrar culpables. Los populismos no llevan a ningún lado”. Por esta razón, añadió, es necesaria la consolidación de “nuevos liderazgos que puedan cambiar las dinámicas y la percepción que hay en ambos países, para poder trabajar en colaboración”.
baf