Llegamos al sexto mes de marzo, de la gestión del presidente López Obrador, sin embargo, esta vez, muy distinto a aquel lejano marzo de 2019, donde habían sembrado esperanza en la investigación acerca del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En aquel lejano marzo de 2019, había una esperanza por la creación de la subsecretaría que estaría encabezada por Alejandro Encinas y con el compromiso de transparencia completa para derrumbar la “verdad histórica” y encontrar la “verdad” que traería paz a las familias de los estudiantes y podrían cerrar un ciclo y comenzar a reconstruirse.
Que lejos de aquella declaración a inicio del sexenio del presidente Andrés Manuel, “Iguala va a ser el ejemplo de cómo se hace justicia en un gobierno democrático”.
También un marzo distinto aquel de 2019, donde los grupos feministas, tenían una esperanza por un gabinete compuesto al menos por la mitad de mujeres, donde esperaban que prevalecería la fuerza de la secretaria de gobernación, una mujer, ex ministra y que podría tener más empatía con la causa feminista.
Sin embargo, ahora, cinco marzos después, en el ocaso del sexenio, los normalistas dejaron de confiar en el presidente, lo enfrentan, al igual que a la fiscalía de guerrero, los normalistas siguen enojados, confundidos, engañados, porque por un lado, les confirmaron la “verdad histórica”, les cambiaron sin explicación al encargado de investigar Alejandro Encinas, porque los tratan de dividir, porque no les hacen caso y ahora ya no faltan 43 faltan 44 (en memoria de Yanqui Rothan Gómez Peralta).
Las colectivas feministas en una lucha frontal, algunos dicen radicalizada, contra las vallas del palacio nacional, donde se resguarda físicamente al presidente, que tiene oídos sordos a las causas de su lucha.
A lo anterior hay que sumarle un marzo de año electoral, donde la candidata oficial comienza con tropiezos en los discursos además de convocatorias débiles a sus eventos, y por otro lado el intento de capitalizarlo por parte de la candidata de la oposición.
Sin duda tanto frente abierto hace un marzo para el olvido, por lo menos desde palacio nacional.
POSDATA:
La violencia no cede, la salud no es como Dinamarca y los escándalos de corrupción parecen no tener fin.
¡Es tiempo de los ciudadanos!