Por: Guillermo Calderón
Solo es una reflexión que pretende impulsar el
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Un debate político sirve para muchas cosas. Entre otras, coloca a cada cual en su sitio. La alianza, Va por el Estado de México, ha solicitado, vehementemente, debatir diversos temas con la candidata del partido Morena, la maestra Delfina Gómez Álvarez. Por cierto, quien se encuentra arriba de las encuestas hasta ahora realizadas. Su solicitud se inclina más a una súplica qué, a una propuesta seria. Bueno, fue necesario el auxilio de un grupo de legisladoras federales quienes, con mayor ahínco y fervor, apoyaron la atrevida solicitud. Su deseo es contar con la aprobación de la candidata de Morena, lo antes posible; pero, todo parece que esa urgencia proviene de dos factores que se han agotado: confianza y tiempo.
La guerra de encuestas no ha sido el mejor camino de la Alianza PAN, PRD y PRI para salir del atolladero en el que se encuentran. Aunque intentaron primero algunas otras salidas; por ejemplo, alinear su narrativa discursiva a los logros de los programas sociales del gobierno federal o exaltar, con elocuentes palabras acompañadas de gratitud, a un aeropuerto que en principio fue parte de sus excelsas críticas.
También intentaron treparse, altaneramente, en los escenarios de la 4T, como lo fue en el municipio del oriente del Estado de México, Texcoco, en el cierre de su precampaña. Fue un vago intento por captar atención pública; aunque, con ello, no se lograra posicionamiento alguno.
Ni una ni otra cosa ha sido suficiente. El porcentaje de aceptación reflejado en las encuestas para la persona propuesta por la Alianza PAN, PRD y PRI, no más, no se nueve a su favor. Por el momento, nada les ha salido bien.
Algo anda mal en su estrategia. Quizás, se han dado cuenta de manera temprana que muy pocos son quienes les abren las puertas cuando las tocan o qué, cuando intentan dialogar con alguna persona, se da la vuelta tan solo al escuchar que llevan un mensaje de confianza y solidaridad de su líder nacional y ejemplo de valores “Alito” Moreno, quien ahora, tutela los intereses del PRI mexiquense, debido a su condición de orfandad en la que se hallan.
Sin embargo, sus estrategas de campaña deben de estar pasando por un gran momento de iluminación intelectual, muy elevado. Pues, a pesar de que ya se contemplan los debates entre candidatas, sin la necesidad de que ellas lo soliciten. El equipo de campaña de Va por el Estado de México, ha convencido a su candidata, rogarle a su rival para que se lleven a cabo cinco debates y no dos, como lo marca el INE.
Pero, hay gato encerrado dentro de esa petición; una trampa muy bien escondida detrás de la propuesta a priori para debatir. Buscan, “espectacularizar” el proceso electoral mexiquense, porque los medios ordinarios de la campaña, hasta ahora utilizados, no les han sido redituables.
Es evidente que, en el Estado de México, no nos han logrado emocionar, tampoco han podido captar la atención de la mayoría de los mexiquenses. Ahora lo intentarán, haciendo uso de su último recurso que les queda: el debate.
Buscarán, por el único medio aún en sus manos, ganar el interés negado a su campaña. Será, desde el espectáculo del histrionismo,
el sarcasmo y la ironía que lo intenten. A la par de su solicitud, envuelta en un falso pragmatismo de cortesía política, se descubre su verdadera intención: el protagonismo del espectáculo. Por eso, su intento de imponer la agenda y saltarse cualquier otra etapa procesal contemplada en la Ley. Desean que se adelanten los momentos electorales para dar inicio -cuanto antes- al show político que ellos llaman “debate”.
El guion del debate político que proponen es el “ABC” de la estrategia del ataque. Lo traen escrito y se lo saben de memoria. En él, se contempla una profunda agresividad verbal y ataques ad personam. Ese guion está dedicado a definir y construir a una enemiga política. Intentarán, argumentar mediante connotaciones negativas que la candidata de Morena es la enemiga del Estado de México y de los mexiquenses. Ya se vieron, interpretando el papel protagónico alrededor de su espectáculo (perdón de su debate político).
No existe ninguna otra razón lógica para entender su necio proceder. Bueno, ni siquiera se están seguros de poder remontar sus números negativos durante el periodo formal de campaña. Va por el Estado de México, ya le apuesta al debate para intentar alcanzar a la maestra Delfina Álvarez y echarán todos los kilos al asador al momento de su puesta en escena.
Solo tienen que resolver un pequeño problema más. Si quisieran dictar la agenda política del Estado, tendrían que estar en primer lugar de posicionamiento electoral, de lo contrario será imposible hacerlo. Siendo el caso, que no lo están, tendrán que esperar sentados a esperar una respuesta de la maestra Delfina, que quizás no llegará nunca. Lo mismo, tendrán que hacer el grupo de legisladoras que se les unió.
Es eso, sobre lo que me refería al principio de mi columna: el debate coloca a cada cual en su sitio.
Ahora, mis preguntas finales, respecto al show -digo debate- ¿Qué será lo que, los tiene tan inquietos? ¿Qué otras mediciones tendrán, sobre su desempeño en la contienda electoral que no quieren aguardar los tiempos? ¿Qué municipio escogió “Alito” para domiciliarse, acaso alguno del norte del Estado, solo para que amarre?
Hasta aquí con una más de: Mis preguntas finales, nos leemos en la próxima.
Guillermo Calderón Vega. Profesor Universitario, abogado, exfuncionario público, Experto en operación, negociación y concertación política. Twitter: @gmo_calderon / Facebook e Instagram: Guillermo Calderon Vega
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