El PSG goleó al Montpellier (5-2) para mantener su récord de 100% en la Ligue 1. Pero la atención del partido se centró en la polémica sobre los lanzadores de penaltis del equipo. El caso, al que la prensa francesa ya denomina “penalti gate”, generó una reunión tras bambalinas en el club.
Neymar y Kylian Mbappé fueron convocados a una conversación en el PSG, a la que también asistieron el entrenador Christophe Galtier y el director deportivo parisino Luis Campos.
El asunto, según el informe del periódico, llegó a un punto álgido tras el encuentro entre ambos, en el que los dos jugadores se llevaron un “tirón de orejas”.
El periódico dice que Luis Campos, que es portugués, pidió a Neymar y Mbappé que su comportamiento nunca debe afectar al rendimiento del equipo y que los “platos sucios”, si los hay, deben tratarse en el vestuario y no en el campo, con las cámaras.