Preocupación existe en Reino Unido, luego de que se confirmara que la Reina Isabel se convirtió en el último miembro de la Familia Real en contagiarse de Covid-19.
La cabeza de al realeza británica, según explicó el Palacio de Buckingham, solo realiza tareas livianas y quiere cumplir con sus deberes reales, como siempre lo ha hecho. De esta manera, se espera que desde su autoaislamiento, realice de manera virtual su agenda, la que registra audiencias diplomáticas y su llamada telefónica semanal con el Primer Ministro.
Se espera que uno de los temas que conversara con Boris Johnson probablemente será su intención de poner fin al deber legal de aislarse después de contraer Covid-19.
Según ha trascendido, la Reina Isabel se encuentra de buen humor y ha experimentado síntomas leves parecidos a un resfrío. Durante los próximos días, la monarca cumplirá con su aislamiento en su casa en Berkshire.
Un confinamiento en el que no estará sola, ya que estará acompañada por sus perros. La reina Isabel tiene más de un acompañante canino: el primero es un dorgis (un cruce entre un dachshund y un corgis) y dos cachorros corgis. El primero tiene por nombre Candy, mientras que de los otros dos, solo se conoce el nombre de uno: Muick.
Además, se espera que durante este tiempo de autoaislamiento, la cabeza de la Familia Real se distraiga con uno de sus pasatiempos favoritos: las carreras de caballos. De hecho, el caballo de la Reina Isabel, Kincardine, ganó.