El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, determinó no vivir en la Casa de Gobierno, como lo han hecho sus antecesores.
A través de sus redes sociales, anunció que la residencia oficial pasará a ser la Casa Michoacán a disposición de la población. Adelantó que será un espacio abierto a la cultura, para las michoacanas y michoacanos.
“Ya se acabaron los tiempos de los lujos, venimos a trabajar con honestidad”, escribió el mandatario estatal. Y reiteró: “Bajo los principios de austeridad republicana he decidido no vivir en Casa de Gobierno”.
Sobre el edificio de la Casa de Gobierno, Alfredo Ramírez, de extracción morenista, argumentó que “es uno de los símbolos de los abusos, de los lujos y de la frivolidad de los gobernantes”.
El mandatario michoacano expresó que eso se acabó: “venimos a servir al pueblo de Michoacán y no a servirnos de él”.
Con la determinación de no vivir en la Casa de Gobierno, Ramírez emuló al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien rechazó alojarse en Los Pinos y vive en Palacio Nacional.