En el marco de las preparaciones para el Jubileo del Año Santo Católico de 2025, Roma ha sido el escenario de un descubrimiento arqueológico de gran relevancia histórica. Los restos de lo que parece ser un palacio medieval, que albergó a los papas antes de su establecimiento en el Vaticano, fueron excavados cerca de la Archibasílica de San Juan de Letrán, en el corazón de la ciudad.
El Ministerio de Cultura italiano informó el último miércoles mediante un comunicado que las excavaciones arqueológicas han salido a la luz una estructura arquitectónica compleja. Esta incluye muros que, según se cree, protegían al Patriarcio, una basílica monumental concebida por el emperador Constantino en el siglo IV.
“Se trata de un hallazgo de extraordinaria importancia para la ciudad de Roma y su historia medieval, ya que en la época moderna nunca se habían llevado a cabo excavaciones arqueológicas extensas en la plaza”, afirmó el ministerio.
La construcción inicial del edificio sigue a la declaración de tolerancia de Constantino hacia el cristianismo en el Imperio Romano en el año 313. Esta se amplió en varias etapas entre los siglos IX y XIII, y albergó al papado hasta 1305, cuando se trasladó temporalmente a Aviñón, en Francia.
Las investigaciones arqueológicas, dirigidas bajo la supervisión científica de la Superintendencia Especial de Roma, liderada por Daniela Porro, revelaron una estratigrafía compleja que destaca estructuras murallas datables entre los siglos IX y XIII.
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