Por: Guillermo Calderón.
Solo es una reflexión que pretende impulsar el
mundo de las ideas, los valores y las actitudes.
No es ningún secreto que diversos funcionarios públicos, no se encuentran desarrollando al cien por ciento sus actividades de gobierno; difícilmente se les encuentra en sus oficinas. No están sirviéndole a México o a sus estados, ni a la sociedad que paga por sus servicios. Pero no es exclusivo de un solo sector de funcionarios, los ausentes se pueden contar dentro de los tres niveles de gobierno municipal, estatal o federal.
De cumplir con lo que les mandata la Ley, han pasado a desarrollar las tareas que les imponen los estatutos políticos de sus partidos. Ocupados, más bien, en asuntos partidarios que del gobierno al que representan. Los vemos liderando a grupos sociales, llevando a cabo concertaciones en favor de sus proyectos políticos o abanderando supuestas causas de defensa de un Estado, tal como ofertas de campaña, cuando deberían de ser, en este momento, acciones de gobierno. Por eso, continuamente veremos las selfis, entre candidatos y secretarios de gobierno.
Han dejado a un lado sus funciones públicas. Claudicaron a sus decisiones firmes de gobierno para dar paso a sus objetivos electorales. Ahora sus resultados tendrán fuerza de acuerdo con el proselitismo político electoral que desarrollen cada uno de los funcionarios.
En tanto, los problemas continúan agudizándose y generalizándose a todo lo que dan. Sus Estados, municipios y localidades, pueden
permanecer en llamas y el país también. De manera imaginaria y materialmente pueden estar cayéndose a pedazos. La delincuencia, la economía, el agua, el transporte, el empleo, la educación, las enfermedades y la caída de la inversión privada, todo, todo puede esperar; ahora, hay otras prioridades. Por ejemplo, defender sus intereses, proteger sus espacios políticos o permanecer en el poder.
Las nuevas prioridades los distancian de lo que entendemos y conocemos como servicio público.
No es menor el asunto, si tenemos un poco de conciencia sobre la gravedad que han alcanzado algunos de los principales problemas en el país y nuestros Estados. Son cientos de miles de ciudadanos que han sido arrastrados a la deriva por el vacío que deja la falta de actividad burocrática y en consecuencia el incumplimiento a los objetivos y metas de las instituciones públicas. Programas y acciones de gobierno postergados o en el peor de los casos abandonados a su suerte.
Lo que más preocupa ahora es tener tiempo para dedicarse a la defensa de sus propios intereses, muchas veces alejados de las funciones y objetivos de la dependencia bajo su responsabilidad.
Habría que recordarles a ciertos funcionarios públicos ese juramento que realizaron al tomar protesta de sus cargos: cumplir con su deber. Lo debieran de tener presente en todo momento. De no hacerlo, el resultado de sus acciones será un inconveniente para sus aspiraciones. Puede suceder que el viento que sienten sobre sus espaldas no sea precisamente una palmada de gratitud de su partido, sino un vendaval de votantes descontentos por el abandono
a sus responsabilidades públicas, dispuestos a realizar el trasvase en sus preferencias electorales.
La atención ya la tienen y el estado de ánimo no es nada halagüeño entre ellos, sobra decir que el descontento se asoma y va en aumento, en buena parte de una generación formada por miles de ciudadanos afectados por la ineficacia e ineficiencia de sus gobiernos, que se sienten abandonados y olvidados por aquellos que presumen ser sus funcionarios públicos que los representan. Es posible qué, lo que necesita el Estado de México, sea una buena sacudida. Probablemente, podamos encontrar, de una vez por todas, un cambio esperanzador que supondrá el renacimiento de la política como servicio público y no como una cuota de poder.
Ahora, mis preguntas finales, ¿Cuándo volverán al servicio público? ¿Seguirán las selfis entre secretarios de gobierno y candidatos? ¿Juran cumplir con su deber?
Hasta aquí con una más de: Mis preguntas finales, nos leemos en la próxima.
Guillermo Calderón Vega. Profesor Universitario, abogado, exfuncionario público, Experto en operación, negociación y concertación política. Twitter: @gmo_calderon / Facebook e Instagram: Guillermo Calderon Vega
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