En el Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora el 14 de noviembre, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que encabeza el director general Martí Batres Guadarrama, recuerda a la población la importancia de tener hábitos saludables con el propósito de prevenir el desarrollo de esta enfermedad crónico-degenerativa.
En el Segundo Piso de la Transformación, encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el director general del ISSSTE ha remarcado que además de fortalecer clínicas y hospitales, la mejor forma de prevenir este padecimiento es asumir una alimentación saludable y concientizar sobre el daño que provocan a la salud el consumo de alimentos ultraprocesados y refrescos.
“Un refresco de a litro tiene el equivalente a unas 45 o 50 cucharadas de azúcar, y hay quien en la comida pues se echó un vasito de refresco, otro vasito, otro vasito. (…) Vamos combatiendo la alimentación chatarra ultraprocesada y vamos retornando a nuestra historia, a los alimentos de la milpa para cuidar nuestra salud”, destacó.
El médico de la Clínica de Medicina Familiar (CMF) No. 1 “Dr. Arturo González”, en Guadalajara, Jalisco, Jesús Abel Letrado Cabrera, explicó que la diabetes afecta los sistemas cardiovascular y metabólico. Detalló que ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina -hormona encargada de permitir que la glucosa pase a las células-, lo que causa su acumulación en el torrente sanguíneo.
“Los altos niveles de azúcar en la sangre disminuyen la calidad de vida de una persona. (…) La diabetes provoca complicaciones que no se aprecian a simple vista, pero que pueden tornarse graves, como alteraciones del sueño, disminución de la actividad sexual, cansancio excesivo, hasta pérdida de la vista, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o daño renal y nervioso permanente”, indicó.
Letrado Cabrera mencionó que, entre los principales factores que contribuyen a que una persona desarrolle la enfermedad se encuentran el sedentarismo (estilo de vida caracterizado por la falta de actividad física), la obesidad, el factor hereditario cuando alguno de los padres tiene o tuvo diabetes, pero, sobre todo, los malos hábitos alimenticios, como el alto consumo de carbohidratos, azúcares y grasas.
Para disminuir el riesgo de padecer esta enfermedad, recomendó impulsar una cultura de movimiento, es decir, realizar actividad física aun dentro de nuestro horario de trabajo.
“En nuestro ambiente laboral podemos destinar 10 minutos, cada dos horas, para movernos, hacer algo que nos genere gasto de energía. (…) También propiciar el balance entre estrés y ocupación, sobre todo realizar actividades que nos generen disfrute como practicar algún deporte, realizar ejercicio en nuestra casa, ya sea bicicleta fija, trotar o hasta bailar”, expresó.
Asimismo, subrayó la importancia de crear buenos hábitos alimenticios, como establecer horarios regulares para las comidas y llevar una dieta balanceada con los tres grupos de alimentos básicos: verduras y frutas, cereales y granos, y alimentos de origen animal.
Y refrendó las afectaciones que tiene para la salud el consumo de alimentos ultraprocesados y refrescos.
“Ha sido una buena estrategia dar a conocer a la población lo dañino de este tipo de alimentos, ya que el alto nivel de calorías y azúcares en el organismo vienen principalmente de su consumo. (…) Fomentan en la población conciencia para elegir alimentos más sanos y nutritivos”, concluyó.
GD
