Enrique Álvarez
Recibimos Halloween con un tétrico entorno en la Liga Mx.
Don Jesús Martínez, presidente de Grupo Pachuca (a mi juicio un hombre honorable y decente) se suma a la lista de directivos pamboleros perseguidos por la justicia mexicana (o al menos denunciados). En esta lista están Don Emilio Azcárraga y Alejandro Irarragorri. Le sumamos al futbolista Ulises Dávila que fue denunciado por amaño de partidos en apuestas deportivas. Y todo esto lo acumulamos a la exclusión del León del mundial de clubes y los múltiples llamados de Fifa a terminar con la multipropiedad.
Esta es nuestra carta de presentación ante la sociedad futbolera previo a ser anfitriones de la Copa del Mundo 2026.
El deporte es noble, y el grito de gol ahoga el lamentable estado de balompié mexicano. Decía Maradona que “la pelota no se mancha”, pero si queremos que el balón se mantenga limpio es necesario no meterlo al lodo.
En el actual ciclo mundialista hemos tenido tres jerarcas. Tres proyectos diferentes. Tres visiones. Tres rutas al éxito. Y ningún resultado. El panorama de nuestro futbol es desolador, y para darle la vuelta a esta situación tenemos a Mikel Arriola. En otras palabras, no hay quien le haga frente a la situación.
¿Ya vieron “Frankenstein”, la nueva película de Guillermo del Toro? Dicen que es una obra de arte y que competirá por el premio Oscar. (Perdón que les cambie el tema de manera abrupta y sin aviso, pero quería cerrar la columna con algo que genere buena vibra y en el futbol mexicano no lo encontré).
GD
