El Gobierno ruso afirmó que continúan los preparativos para una cumbre presidencial entre Vladimir Putin y Donald Trump, pese a que el mandatario estadounidense anunció la víspera el aplazamiento de la reunión.
“Afirmamos que los preparativos para una cumbre continúan”, dijo el viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, citado por la agencia estatal de noticias TASS.
“Nadie quiere perder el tiempo. Ni el presidente Trump ni el presidente Putin”, dijo también Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria, después de que el mandatario estadounidense asegurara que no quiere “perder el tiempo” con “una reunión inútil”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, repitió que “no se han fijado plazos”. Y añadió que Putin y Trump “son dos presidentes que están acostumbrados a trabajar de manera efectiva y con grandes resultados”. “Pero la efectividad siempre requiere tiempo”, matizó.
Al mismo tiempo, admitió una “pausa” en las negociaciones de paz sobre Ucrania “que exige la implicación al más alto nivel” de ambos líderes, pero agregó que dicha reunión “debe ser bien preparada”.
La Casa Blanca confirmó el martes que el encuentro entre Trump y Putin previsto en Budapest para finales de octubre no tendrá lugar en un “futuro inmediato”.
Los acontecimientos se precipitaron después de la conversación telefónica mantenida este lunes entre el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio.
Lavrov descartó el martes en rueda de prensa un alto el fuego, con lo que rechazó la demanda de Trump de que ambos Ejércitos cesaran inmediatamente los combates, llamamiento respaldado por Ucrania y la Unión Europea.
“Continúan los preparativos para la cumbre de paz. La fecha aún es incierta. Cuando llegue el momento, la celebraremos”, afirmó, por su parte, el primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, en la red social Facebook.
El primer ministro húngaro es un cercano aliado tanto de Trump como de Putin y suele presentarse como un puente entre el Este y Occidente. Pero el Gobierno de Orbán se opone a ayudar militarmente a Ucrania, y las relaciones entre Budapest y Kiev son muy tensas.
El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, que actualmente se encuentra en EE.UU., ha afirmado que hablar de prórroga de la cumbre no tiene sentido porque de todas formas en ningún momento se había fijado una fecha.
Budapest sería un lugar seguro para Putin, ya que Hungría ha anunciado que abandona los estatutos de la Corte Penal Internacional (CPI), que emitió en marzo de 2023 una orden de arresto contra el presidente ruso por supuestos crímenes de guerra.
La capital húngara ya fue sede de un encuentro sobre Ucrania en 1994 (con la participación de Rusia, Estados Unidos, Ucrania, Reino Unido, Bielorrusia y Kazajistán), que finalizó con el Memorando de Budapest, en el que Moscú se comprometió a respetar la soberanía de Ucrania.
Pero aquel compromiso fue infringido por Rusia en 2014, al anexionarse la península de Crimea, y en febrero de 2022, con su invasión bélica para anexionarse otros territorios ucranianos, una guerra que Moscú llama “operación militar especial”.
JZ