Expertos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) han advertido de que la obesidad es la enfermedad crónica más común entre los adolescentes, con nueve de cada diez niños de tres años con sobrepeso que serán obesos en unos años por cuestiones genéticas, pero también ambientales.
“La genética influye significativamente en la predisposición a la obesidad, ya que se han identificado más de 130 genes relacionados con esta condición, de los cuales una gran cantidad están implicados en la regulación del apetito, la saciedad o la respuesta”, ha explicado la vicepresidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), Gema Medina-Gómez.
Además, la experta ha explicado que estos genes pueden modificar la forma en que el cuerpo responde a la dieta y al ejercicio provocando que algunas personas sean más propensas a ganar peso incluso con hábitos similares a las de otras personas.
Papel de los factores genéticos
Se estima que entre el 40 y el 70 % de las variaciones en el índice de masa corporal (IMC) pueden atribuirse a factores genéticos, aunque ese porcentaje puede variar si se contemplan factores como la cantidad de grasa corporal y su distribución.
Medina-Gómez ha indicado también que la obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial, resultado de la interacción entre genes y ambiente, pero que puede prevenirse con dieta equilibrada desde edades tempranas, especialmente en personas con antecedentes familiares de obesidad, y actividad física regular.
Por su parte, el endocrinólogo y pediatra y miembro del Área de Obesidad de la SEEN Gilberto Pérez López ha señalado que la obesidad es la enfermedad crónica más común en los adolescentes y se asocia con un alto riesgo de persistencia en la edad adulta.
“Desde el diagnóstico debe tratarse de forma intensiva y es una de las situaciones más complejas y difíciles a las que se puede enfrentar un pediatra”, ha añadido Pérez López, quien ha dicho que es una enfermedad “progresiva y recurrente” que no tiene cura, ya que el 90 % de los niños de tres años con sobrepeso serán obesos en la adolescencia.
En España, el estudio Pasos ha evidenciado que en adolescentes la prevalencia de obesidad se sitúa en el 8,2 %, porcentaje marcado por influencias genéticas, ambientales, de estilo de vida y sociales.
El medio ambiente también juega un importante papel en la prevalencia de la obesidad, ya que la exposición a sustancias químicas sintéticas los PFAS, que están considerados compuestos “obesógenos”, es decir, sustancias químicas capaces de alterar el metabolismo y favorecer la acumulación de grasa corporal.
GD