Las autoridades federales asestaron un nuevo golpe a la estructura del Cártel Nueva Generación (CNG) al detener a un operador financiero de la organización criminal, responsable de las operaciones de lavado de dinero y gestión de activos del grupo. Óscar Álvarez González fue arrestado en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México tras arribar en un vuelo procedente de Barcelona, España. El Gabinete de Seguridad confirmó la detención.
Cuenta con órdenes de aprehensión por delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Según el Gobierno, fungía como el principal lavador de dinero de Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del CNG, así como de su hermano Abraham Oseguera Cervantes, “Rodo”, detenido a finales de febrero en Guadalajara. Se le atribuye recibir y transferir recursos del cártel mediante la adquisición de propiedades y la operación de empresas del sector tequilero y ganadero.
El alcance de este grupo es considerable: la DEA reconoce su presencia en 21 de los 32 Estados de México, superando al cártel de Sinaloa, que opera en 19. Algunos analistas calculan que su influencia llega incluso a 25 estados, con Jalisco como bastión principal. La organización también mantiene operaciones internacionales en más de 100 países, incluyendo Estados Unidos.
David Saucedo, especialista en seguridad, indicó que es “uno de los operadores financieros más importantes, encargado del blanqueo de capitales y la reinversión de utilidades en negocios legales. Forma parte del primer círculo de ‘El Mencho’”.
En 2025, el Gobierno estadounidense impuso sanciones económicas a cinco miembros de alto rango del CNG por narcotráfico y participación en asesinatos, cuatro meses después de que la administración de Donald Trump designara al cártel como “organización terrorista”, junto con otros cinco grupos mexicanos: Sinaloa, del Golfo, del Noreste, Familia Michoacana y Cárteles Unidos.
Para Arturo Villarreal, académico de la Universidad de Guadalajara, si bien su captura refleja un cambio en la estrategia de seguridad y la intención de combatir al grupo delictivo, no espera un debilitamiento ni repercusiones significativas. “Es muy evidente que hay un cambio en la política de combate al crimen organizado, muy focalizado hasta ahora en la criminalidad dedicada al tráfico de drogas. Pero no creo que pase nada grave, porque seguramente hay otros operadores. No considero que sea un golpe espectacular… eso sería la captura de los principales líderes”.
El experto mencionó que la detención se da luego de los escándalos de huachicol fiscal relacionados con la Secretaría de Marina, dependencia que controla la terminal aérea, por lo que en realidad podría tratarse de un desvío de atención o incluso de que “alguien le puso dedo para detenerlo”.
Por su parte, Francisco Jiménez Reynoso, académico de la UdeG, acentuó que la detención responde a la presión de Estados Unidos para intensificar la lucha contra grupos delictivos catalogados como terroristas.
Además de la desarticulación de estas organizaciones criminales, en este año la Fiscalía General de la República consumó la entrega de 55 grandes capos a Estados Unidos, que estaban encarcelados en distintos centros penitenciarios de México.
También destaca un operativo histórico de la DEA contra el cártel de Sinaloa, considerado por Estados Unidos una de sus principales amenazas. Entre el 25 y 29 de agosto, agentes de 23 divisiones nacionales y siete regiones internacionales ejecutaron el operativo, deteniendo a 617 integrantes y operadores, asegurando drogas y dinero.