La capital iraní, Teherán, con unos 10 millones de habitantes, está sufriendo un éxodo masivo a medida que se intensifica el conflicto con Israel. El centro de la ciudad, antaño bullicioso, empezó a vaciarse, con muchas tiendas cerradas y el histórico Gran Bazar clausurado, un espectáculo poco habitual desde el apogeo de la pandemia de la COVID-19.
El Ejército israelí emitió una orden de evacuación parcial para 330.000 personas que vivían en el centro de Teherán a primera hora, aunque muchas ya habían empezado a huir tras los atentados.
Se formaron atascos kilométricos en las carreteras de salida de la ciudad, muchos de ellos en dirección a la región del mar Caspio. También se formaron largas colas en las gasolineras mientras los residentes se apresuraban a conseguir combustible, con un límite de 25 litros por coche. Más tarde el lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó un mensaje en la red social Truth Social en el que pedía la evacuación inmediata de Teherán.
“¡Todo el mundo debería evacuar inmediatamente Teherán!”. Trump publicó, explicando más tarde que emitió la declaración porque “sólo quiero que la gente esté a salvo”. A pesar de este creciente éxodo, los funcionarios iraníes mantuvieron que la situación estaba bajo control, sin ofrecer ninguna orientación clara para el público.
Mientras tanto, los vuelos que traían evacuados de Israel han aterrizado en Eslovaquia y la República Checa, convirtiéndose así en uno de los primeros países en repatriar ciudadanos en medio de la escalada del conflicto. Las autoridades eslovacas confirmaron la llegada del primer vuelo de evacuación a última hora del lunes, con 73 pasajeros, entre ellos 25 turistas eslovacos y cinco familiares de diplomáticos eslovacos destinados en Tel Aviv.
Polonia también anunció planes para evacuar a sus ciudadanos de Israel, con operaciones programadas para el miércoles y el jueves. India también ha evacuado a un número no revelado de estudiantes de Teherán. El Ministerio de Asuntos Exteriores indio declaró que algunos ciudadanos han recibido ayuda para abandonar Irán a través de la frontera con Armenia. Se ha instado a los que pueden organizar su propio transporte a que salgan lo antes posible.
Se cree que hay unos 50.000 israelíes varados en el extranjero, aunque algunos informes hablan de más de 100.000. Esto sigue al cierre del aeropuerto Ben Gurion el viernes cuando Israel lanzó ataques aéreos contra el programa nuclear de Irán, una situación que ha dejado el aeropuerto cerrado “hasta nuevo aviso”.
Las autoridades israelíes han instado a los ciudadanos varados en el extranjero a no precipitarse a Larnaca o Atenas con la esperanza de regresar antes a casa, ya que el espacio aéreo de Israel permanece cerrado indefinidamente tanto a las llegadas como a las salidas.
El Consejo de Seguridad Nacional también emitió una advertencia contra los intentos de llegar a Israel por tierra a través de Jordania o de la península egipcia del Sinaí, ya que ambos países se encuentran ahora bajo el nivel 4 de advertencia de viaje, lo que aconseja la salida inmediata de los que ya están allí.
Por otra parte, a primera hora de la tarde del martes se oyeron dos explosiones en Teherán, y una humareda negra se elevó desde la parte norte de la ciudad, cerca de la sede de la televisión estatal iraní y de importantes oficinas gubernamentales. Las autoridades iraníes aún no han reconocido el atentado.
baf
