Una joven madre de cuatro hijos llamada Verónica Acosta recibió lo que consideró un “milagro de Dios”, pues en su cuenta bancaria aparecieron 510 millones de pesos. De inmediato, comenzó a comprar cosas que le hacían falta.
“Me encuentro con este dinero y, con tanta necesidad, me fui a hacer compras y ayudé a mi familia. Pensé que era un regalo de Dios”, afirmó la mujer, quien ahora está acusada de defraudar al Estado.
Verónica, de nacionalidad argentina, relató que esperaba un depósito de 8 mil pesos por la pensión de uno de sus hijos, pero se encontró con esta millonaria cantidad, algo que nunca imaginó ver en toda su vida.
En entrevista, Acosta detalló que, al ver el dinero en su cuenta y no encontrar un remitente, decidió comprar dos televisores, un refrigerador, una freidora, un microondas, loseta para el piso, un inodoro y hasta un auto Ford Ka modelo 2015.
Además, realizó 66 transferencias en menos de 24 horas a sus familiares para ayudarlos. En total, se gastó 44 millones de pesos en tan solo unos días.
“Yo recibí esa plata, me fijé de dónde venía y no tenía un remitente. Empecé a comprar cosas que me faltaban en casa: cerámica para el piso, alimentos, una mochila para el inodoro”, indicó.
El dinero provenía de las arcas de la provincia de San Luis, ya que un contador de la dependencia estatal se equivocó al hacer la transferencia. Al detectar el error, notificó a las autoridades.
El banco congeló de inmediato la cuenta y se presentó una denuncia contra la joven madre, quien fue detenida por fraude al Estado, junto a cinco de sus familiares que recibieron transferencias.
“Nosotros entendemos que ella no cometió ningún delito. Está acusada de defraudación con tarjetas de débito y crédito, pero era titular de esas tarjetas, por lo que estaba habilitada a usarlas. Además, está imputada por estafa, pero ella no causó esta situación; entonces, no califica como estafa. Y la otra imputación es por retención indebida de fondos del Estado, pero para que eso ocurra debe haber una notificación, y eso nunca pasó”, explicó su abogado.
Para que Verónica y sus familiares salieran libres, tuvieron que pagar una fianza millonaria, dinero que no tienen. Por eso, buscan llegar a un acuerdo con el gobierno, que ya logró recuperar el 90 por ciento de lo depositado.
“Yo no iba a gastar todo el dinero. No tuve conciencia de la dimensión de todo esto. Por eso me gustaría llegar a un acuerdo. Acá somos los únicos que estamos dando la cara, cuando fue el gobierno el que tuvo el error”, concluyó Acosta.
baf