Intervención de la Diputada Federal del PRI, Mónica Sandoval, en el Foro: Con M de mujer se escribe México

-DIP. MÓNICA SANDOVAL- Decirles que tenemos muchas cosas preparadas, que vamos creciendo todos los días, que agradezco mucho el tener hoy la voz desde aquí y que mi compromiso es seguir levantándola para cada una de ustedes.

Yo se los digo, todavía no se acaban muchas cosas que tenemos en la lucha, todavía sufrimos acosos, todavía sufrimos maltratos, todavía sufrimos discriminaciones, todavía nos invisibilizan y eso es lo que seguimos haciendo.

Hacemos nuestra lucha y nuestra marcha pacífica diciendo y exigiendo que ya no queremos más de eso, porque bien lo decía, en estos tiempos las mujeres salimos a la calle con mucho miedo. En cuanto sabemos que nuestros hijos salen, lo primero que pedimos es que regresen con bien, es muy triste el decir que ya no podemos dejarlos, porque sabemos que algo puede pasar.

Pero antes al menos decíamos, bueno, ya no salgas después de las siete de la noche, después de las ocho de la noche, porque está peligroso. Hoy no, hoy es a toda hora, también decíamos no te vayas por lugares en donde se vean vacíos, no haya mucha gente, hoy hasta en las plazas y en los centros comerciales.

El miedo que tenemos a las balas perdidas también, porque es muy triste que cuando le empezaron a dar una fama a los abrazos y no balazos, no fue así y desde ahí entonces todo mundo se atrevió a tener ya su permiso propio de armas, y entonces empezó la lucha más fuerte.

Pero, ¿cómo podemos hacer las mujeres y qué podemos hacer?, unificarnos, unificarnos y no nada más un 8 de marzo, porque yo creo que tenemos la fuerza para ir más allá. Me decían en una ocasión por qué era la red de Mujeres Unidas y de mujeres, pues porque las mujeres somos las que nos preocupamos por las familias.

Las mujeres somos las que estamos todo el tiempo al pendiente del papá, de la mamá, del hijo, del abuelo, de los nietos. Somos las que conducimos todo eso y es por eso también que me he unificado con muchas amigas que dan la terapia, muy preocupada por la salud mental, porque yo creo que desde ahí viene todo eso.

Nadie se preocupa por esa parte que nosotros vivimos, porque independientemente ya de los trastornos que tenemos orgánicos nosotros a veces, nuestro organismo, pues tenemos otros que callamos muchas cosas, que guardamos tantas cosas, que cargamos todo lo que nos pasa con los hijos, lo que vengo diciendo, con toda la familia.

¿Y no hay para dónde? y lo que me he empeñado en hacer es eso, buscar ayuda para las mujeres, buscar a psicólogos, buscar a tanatólogos, quien nos ayude con esa enfermedad que está después del COVID, porque fue más grande, porque no hay edad, porque es algo que a lo mejor no se ve, pero sí se siente, y esa es parte de nuestra salud mental.

Los trastornos de alimentación, la ansiedad, la depresión, el miedo, la tristeza, y no hay edad para eso, todas lo padecemos, la angustia, pero es de lo que vivimos, es de lo que desgraciadamente todos los días lo vemos en los medios de comunicación, y lo vemos en las calles también. ¿Y cómo hacerle entonces para quitarme esa angustia y cómo hacer para salir de lo que aquí me está apretando, porque es algo que sentimos interno y que no lo podemos sacar?, pues sólo con la ayuda.

Entonces es en donde también abrimos un espacio para decirles acérquense a nosotros, acérquense a nosotras, y tenemos esa parte de la ayuda en donde no las vamos a ver mal, porque algo que he tratado de construir y decirles es que, mujeres, veámonos a los ojos, no nos veamos de arriba hacia abajo, porque esa es una cuestión también.

Marcamos a una mujer, cuando se acerca a nosotros y la empezamos a ver de arriba hacia abajo, entonces ya empieza también ahí el rechazo, ya no. El contacto es con los ojos para entender lo que nos está pasando y para ver la ayuda que nos está pidiendo y lo que necesita.

Créanlo, que por eso es que ya son muchos años trabajando, no es una moda para mí, no es el quedar bien, fue la necesidad que sentí, porque yo también soy mujer y porque yo también lo siento igual que ustedes, y porque tengo hijas y porque tengo madres, y digo madres porque mi abuela también era mi madre.

Sin embargo eso nadie lo siente y a veces nos ven como un burrito nada más, de seguir caminando, de seguir, tú no te puedes enfermar, tú no puedes sentir, tú no puedes molestarte, tú no puedes nada, porque tú tienes que estar bien siempre al 100 y si es cierto, pero nos olvidamos de nosotras y ya cuando nos damos cuenta ya traemos una enfermedad detrás.

También esa es la parte que he visto en el tema de la salud, que llegamos ahorita a los hospitales, que ya vamos mal, que ya vamos con un miedo de que lo que tenemos, y nos dicen, regresa en seis meses y le vamos a hacer su estudio.

Oiga, pero es que siento una bolita, siento esto, siento lo otro, lo que más nos acaba es la mente y el pensar qué es lo que tenemos, y se nos hace tan grande la espera de decir, pues de aquí a seis meses y lo que pase y me va a crecer esto y me va a invadir y me va a hacer y me va a volver y nosotras mismas ya estamos generando eso. Y pues espérate, es tan fácil, pero también eso lo peleamos, también eso peleamos por ustedes.

¿Sabes qué, Mónica?, no me quieren atender, esa es la voz que yo quiero ser y que he sido desde hace mucho tiempo, porque también me decían, oye, pero son tres años y te vas. Sí, la diputada, Mónica Sandoval no, Mónica Sandoval se queda y Mónica Sandoval está con ustedes y va a seguir con ustedes todo el tiempo, porque ese es mi compromiso como mujer y como madre y como hija.

Eso es lo que tenemos y esa es una esencia que a lo mejor es con la que también nacemos, pero muchas no la desarrollamos, porque a nos invaden más el odio, el coraje, la envidia y no vemos que nos podemos ayudar, que si a lo mejor se acercó la de al lado a pedirnos el apoyo y nosotros la mal miramos y la rechazamos, ya no entendimos su angustia ni lo que le está pasando.

Entendamos mujeres y yo si quisiera agradezco mucho a Adriana Arangel, a Edith por este foro, que no nada más fuera este y que no nada más fuera en este mes, que nos organicemos y que hagamos muchos más en donde sé que muchas mujeres van a aliviar lo principal que necesitamos el alma, nuestro corazón.

Ya de ahí se van a derivar muchas enfermedades que nos vamos a quitar, porque de ahí viene todo, de lo interno vienen las enfermedades externas y es lo que nadie valora.

Luego precisamente con el negocio tan fuerte que hoy en día también es la salud, pues a esperarnos, pero no podemos esperar. En cuanto ustedes vean una necesidad, yo para eso estoy y créanlo, que para mí las cosas más vulnerables es las que me gusta resolver, porque pues lo fácil ya está hecho, en donde hay, pues para qué me acerco.

Pero eso es donde no, a mí me necesitan ahí, porque está lo vulnerable, porque está lo que no atienden, porque está lo rechazado, ahí es para lo que servimos nosotros, para eso estamos. Sí el legislar, el hacer leyes, el levantar la voz, pero lo principal, lo que a mí me caracteriza, es darle la ayuda a todas las familias, si bien representadas por las mujeres, pero es a todas las familias, es lo principal.

Yo se los digo hoy, explotemos lo que tenemos por dentro, porque cada una tiene algo, tiene una luz por dentro. Vamos a sacarla y también las invito a eso, a que hagamos un registro y a que digan, ¿sabes qué?, yo me voy a sumar, porque yo sé esto, yo sé manualidades, yo puedo dar una terapia, yo puedo dar un masaje, yo puedo ayudar a más mujeres y entonces crecer más esa red, para poder salvar y ayudar a muchas más mujeres.

Porque sí, la justicia vale y todo lo demás, pero nosotras somos las que hacemos la fuerza, nosotras somos las que encaminamos a las familias. Por eso sí, les invito a que hagamos reflexión, que nos sirva esto para eso y que también sientan que no están solas, que habemos muchas, que estamos detrás de ustedes también y que podemos ayudar y que nos interesa el que ustedes estén bien, porque así también nuestras familias y nuestro México va a estar bien.

En este caminar de la red, he tenido muchos casos por ahí, a lo mejor me gustaría compartirles de dos que han sido especiales, en donde la sumisión de una persona pues llega al límite.

Estamos con un foquito rojo y hasta que pasan las cosas decimos, ¿por qué no me salí antes? o ¿por qué no corrí antes?, tengo el caso de una chica en donde peleó con el marido, discutiendo en la calle, ella era a cada rato en donde sea, donde fuera, la humillación y demás, ella estaba embarazada, peleando con el marido en la avenida y la avienta y la atropella un tráiler, la mitad de su cuerpo mal, su bebé nació, pero a ella le amputan un brazo, le tuvimos que conseguir una prótesis, pero sin embargo pues ya no fue reemplazable, lo que le costó deshacerse de esa persona fue su brazo.

El caso de otra chica en donde el mismo novio, que eso hay que tener mucho cuidado, le pide su tarjeta para que le hagan un depósito sus parientes y pues ese depósito era de una extorsión. La chica está en el reclusorio, pero como lo amaba tanto, pues no le podía decir que no, porque si no la dejaba y ahorita, ¿qué le costó?, su libertad.

Así fue como se deshizo de él, no porque ya lo haya dejado, pues porque él obviamente no se va a parar a verla y atenderla y a estar, porque también esa es otra parte. Los penales de las mujeres son los más olvidados, porque las mujeres se preocupan por llevarle al marido la comida, atenderlo bien, porque pobrecito, porque está en un retiro, y las mujeres no, las mujeres son olvidadas.

Cuando están allá adentro, muchas, por culpa de un hombre y yo no les digo que no quiera a los hombres o que a través de mi red que sea feminista, no. Yo no empodero a las mujeres, yo las fortalezco a las mujeres, pero para que estén bien con sus familias.

También ayudo mucho a los hombres, porque es cuando me piden el apoyo las mismas mujeres, como les dije, para toda la familia. Pero pues realmente la culpa de lo que nos pasa, pues es nuestra y muchas veces es por esa falta de reforzamiento que no tenemos detrás o al lado de nosotras, o de sentirnos solas y de creer que sin esa persona no vamos a poder hacer nada.

Entonces son tantas experiencias que me han abierto también las puertas y que me han impulsado a hacer convenios con varias instituciones en donde lo que tengo que es resolver.

Los hospitales, las becas para las escuelas, los gastos funerarios, todo eso que muchas veces no sabemos ni cómo, pero sin embargo, se pueden acercar a nosotros y podemos resolver juntas, porque también yo lo digo, una sola no podemos. Mi red ha crecido de la mano de todas ustedes, yo he crecido también de la mano de muchas amigas, de la mano de muchas mujeres, y pues es lo que quiero.

Que no se les olvide que aquí tienen una casa, que soy su voz, y que créanlo, que siempre voy a estar luchando por y para las mujeres. Ese es un compromiso, muchas gracias.

baf

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