Se sabe que Marte es un desierto frío y seco, con parches de hielo subterráneo y casquetes polares en sus polos. Sin embargo, hace miles de millones de años, el agua líquida fluía libremente por el planeta.
Y, aunque los diversos exploradores de Marte de la NASA han descubierto señales de que alguna vez existió ese tipo de agua en Marte, tal vez no haya mejor evidencia de un lago poco profundo y sin hielo que estos dos conjuntos de ondulaciones en la roca marciana encontrados recientemente.
Gracias a los robots de la NASA como el rover Curiosity, Perseverance e Ingenuity, hemos sido testigos de descubrimientos que desde la Tierra no podríamos conocer. Este lago imposible de ver para cualquier humano, no es obstáculo para la tecnología. Ahora el Curiosity encontró ondulaciones de agua líquida talladas en la roca de Marte, y podría reescribir la historia del Planeta Rojo.
Se cree que las ondulaciones se formaron hace unos 3700 millones de años, durante un período en el que se pensaba que Marte se estaba secando. Pero su presencia indica que el clima de Marte habría sido bastante cálido, y su superficie húmeda, en ese momento.
Conocido por su color rojo, debido al óxido de hierro presente en el material de su superficie, es clasificado como planeta terrestre. Marte es muy parecido en ciertos aspectos a la Tierra, con valles, volcanes e incluso evidencia de cauces de ríos secos. Pero se diferencia por sus casquetes polares compuestos de hielo de dióxido de carbono, lo que lo hace una atmósfera irrespirable con una superficie fría y seca.
Siempre ha tenido una fascinación especial para nosotros debido en gran parte a vagas pistas a lo largo de los siglos de inteligencia extraterrestre, pero más recientemente, a que alguna vez pudo haber sido habitable.
El objetivo principal de Curiosity es investigar el clima y la geología y evaluar si pudieron haber sustentado vida primitiva en el pasado. De hecho, ya ha encontrado fascinantes hallazgos como esta evidencia de vida en las rocas.
Las ondulaciones son pequeñas y suelen verse en playas o lechos de lagos de la Tierra, cuando el viento hace correr el agua de zonas poco profundas. Los científicos están emocionados, ya que, esto indica que el agua no estaba congelada y estuvo expuesta en algún momento a los elementos en estado líquido.
A partir de estas ondulaciones, los investigadores no solo determinaron la existencia de un lago poco profundo, sino también su profundidad. Utilizando un modelo informático, el profesor de geología de Caltech Michael Lamb descubrió que el tamaño y el espaciamiento de las ondulaciones indican que el lago tenía menos de seis pies (dos metros) de profundidad.
Algunas ondulaciones se encontraron en el afloramiento Prow, que estuvo formada por dunas hechas por el viento. Otras ondulaciones se hallaron cerca de la franja rocosa rica en sulfatos de Amapari Marker.
Estas dos zonas son de épocas diferentes, lo que señala que la atmósfera cálida y densa ocurrió varias veces o por un largo período de tiempo. En otras palabras: los organismos vivos pueden haber tenido una ventana más larga en la que podrían haber evolucionado en el Planeta Rojo (esto explicaría a los extraños microbios que vivirían bajo la superficie de Marte).
El descubrimiento permitirá a los científicos cartografiar las condiciones cambiantes del clima en Marte. Nos falta mucho camino por recorrer, pero puede ser una esperanza de habitar Marte en el futuro.
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