Con su venia, Presidenta. Compañeras y compañeros diputados, hoy, en el día de la Constitución, lamento profundamente lo lejos que estamos de esos debates que dignificaban la labor legislativa de hombres y de mujeres, que tenían como único objetivo el amor a la patria y la lealtad al pueblo de México.
Qué lamentable que este debate esté plagado de descalificativos por saber o por entender quién está del lado correcto de la historia y yo les quiero decir con mucho respeto que el lado correcto de la historia debe de estar siempre a favor de las instituciones, siempre a favor de la defensa que con sangre lograron el reconocimiento de los derechos de hombres y de mujeres.
Hace 15 años fui egresada de una de las primeras generaciones de la escuela judicial del Poder Judicial de la Federación. Como cualquier abogado, presenté un examen de admisión y tuve por compañeros a hombres y mujeres que dedicaban su vida a la impartición de justicia.
Si existían arreglos o acuerdos cupulares, nunca lo supe, porque siempre estuve lejana a ellos. Pero hoy, hoy, compañeros, ustedes representan el gobierno y ustedes representan los acuerdos y los arreglos cupulares que tanto desprecian en el discurso.
Hoy, ustedes quedaron muy lejos de devolverle al pueblo ese voto de confianza que les dieron, y qué lamentable que el acceso a la justicia siga siendo una promesa del discurso.
Qué lamentable que ante la falta de interés para inscribirse en los concursos, hayan alertado al sistema estatal para llenar las listas de gente que están muy lejos de conocer la práctica de la impartición de justicia.
Lamento aún más la falta de atención de algunos compañeros y de compañeras diputadas, porque ni siquiera entienden la importancia y la trascendencia de lo que hoy se discute en esta Cámara de Diputados. La obediencia perfecta sí existe, y es la de ustedes. La obediencia perfecta sí existe, y es con la falta de dignidad con la que ustedes han estado legislando desde que se permitió esta mal llamada Reforma Judicial.
En el Partido Revolucionario Institucional por supuesto que seguiremos a favor de que se combatan las malas prácticas en la impartición de la justicia. Por supuesto que estaremos a favor de combatir la corrupción, y estamos a favor de fortalecer las instituciones que garantizan el acceso efectivo a la justicia.
En el Grupo Parlamentario del PRI queremos un poder judicial integrado por hombres y por mujeres libres y comprometidos con el Estado de Derecho y con la justicia, queremos un país que sea reconocido a nivel internacional.
En el Grupo Parlamentario del PRI queremos un país que sea reconocido por las instituciones internacionales por la calidad y por la efectividad de sus instituciones para la impartición de justicia. Pero sobre todo queremos un país que le garantice al pueblo de México ese tan anhelado Estado de Derecho.
En el PRI le decimos a las mexicanas ya los mexicanos que no avalamos ni avalaremos este proceso plagado de errores y con falta de transparencia. Quisiera usted tener un cuartito de la dignidad de la ministra y sobre todo quisiera usted tener la mitad del razonamiento que ha tenido ella. ¡Qué lamentable bola de burros! ¡Vergüenza les debería decir y decir que representan al pueblo de México!, les recuerdo que las victorias no son eternas.
Conozco mejor el Estado que usted, diputado, no lo sacan ni de Atlixco pero sobre todo ni siquiera conoce usted su Estado. ¡Qué pena!, todos los conozco, yo ahí ando, ahí me encuentra y bueno, está por demás decir que estaremos muy pendientes para denunciar pero sobre todo para ser evidente del conocimiento del pueblo de México.
Estos perfiles tan deficientes que se encaminan a impartir justicia, me voy con la conciencia tranquila de poderle decir al pueblo de México ya las y los poblanos que yo estoy del lado correcto de la historia porque defiendo las instituciones pero sobre todo defiendo los principios sentados en la Constitución, que a mí no me pagan por obedecer y que no ocupo familiares para estar en la lista de plurinominales y venir a obedecer calladamente pero sobre todo con una ignorancia que no sólo ofende al pueblo sino al legado que vienen a representar.
baf