México estuvo en la mira del Pentágono antes que Venezuela

Al comienzo del segundo gobierno de Donald Trump, México estaba en la mira de Washington para realizar acciones militares, pero meses después la estrategia bélica giró a Venezuela, bajo la misma justificación de combatir el narcotráfico, pero con la confesión oficial de que en verdad es el petróleo.

Ahora la Casa Blanca busca presionar a México a “alinearse” con Estados Unidos en América Latina.

El poderoso subjefe de gabinete, Stephen Miller, elaboró planes al principio del gobierno de Trump de acciones militares del Pentágono en territorio mexicano, pero el éxito de los esfuerzos estadunidenses para frenar los cruces en la frontera y la cooperación de México lo convenció de buscar una guerra más al sur, con Venezuela, reportó este jueves The Washington Post.

“El asesor de seguridad interna del presidente Trump y otros altos funcionarios estaban en busca de un conflicto”, reportó el rotativo. “En los primeros meses de este gobierno. Miller, el arquitecto de las políticas antimigrantes y fronterizas del republicano y su equipo discutieron sobre iniciar una nueva guerra contra las drogas con ataques a cárteles y supuestos traficantes en México”.

Pero la cooperación de México para reducir el flujo migratorio y de drogas ilícitas cambiaron la dinámica y Venezuela se volvió el nuevo blanco. “La estrategia de mano dura de Stephen Miller para México se transformó en ataques mortales contra embarcaciones”, afirma el Post, que realizó entrevistas con funcionarios no identificados.

El arquitecto de las redadas

Miller, quien es el arquitecto de la campaña cruel y que muchos acusan de ilegal, para aterrorizar a comunidades inmigrantes en Estados Unidos, se ha aliado con el secretario de Estado, Marco Rubio, y el asesor antiterrorista de la Casa Blanca, Sebastian Gorka, para promover las acciones bélicas contra Venezuela, informaron fuentes dentro del gobierno consultadas por La Jornada.

Miller se ha vuelto la “fuerza promotora” detrás de la campaña contra Venezuela, “presionando por resultados y nuevas opciones militares que podrían volverse en operaciones en el futuro”, reportó el Post. El poderoso asesor de 40 años de edad también se ha convertido en un vocero de esta posición en los noticieros de televisión y en las redes sociales.

Después de que el presidente Trump anunció su bloqueo naval contra Venezuela esta semana, ahora ya no como parte de una guerra antinarcóticos –como era la justificación hasta ese momento– sino para obligar a que el país sudamericano “regresara” el petróleo “robado” a manos estadunidenses, Miller replicó en una publicación en redes el mensaje de su jefe: “el sudor, ingenuidad y trabajo estadunidense creó la industria del petróleo en Venezuela. Su expropiación tiránica fue el robo de riqueza y propiedad más grande jamás registrado. Estos bienes saqueados fueron usados después para financiar terrorismo e inundar nuestras calles con asesinos, mercenarios y drogas”.

Aún en la plataforma, cuyo dueño es Elon Musk, aliado del gobierno, este párrafo fue sometido de inmediato a una verificación de los datos y se generaron correcciones.

En entrevistas y otros reportajes sobre Miller en la pasada década (fue asesor del presidente en su primer periodo también), él ha reconocido que parte de su papel es enmarcar temas de una manera agresiva ante el público con el propósito de generar opciones políticas que después son adoptadas por el mandatario.

Fue Miller el primero en anunciar ante los medios que cubren la fuente de la Casa Blanca que “toda la frontera del lado mexicano” está controlada por los cárteles de la droga. Trump usó justo esa retórica la semana pasada.

Pero Miller no es el único crítico de México que influye a Trump. Esta semana, la diputada cubanoestadunidense de Florida, María Salazar, convocó a una audiencia legislativa en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara baja sobre la relación de México con la región”, a la que fueron invitados funcionarios del Departamento de Estado.

“La posición oficial mexicana siempre ha sido de la no intervención en los asuntos de otros países en el hemisferio occidental, pero eso es sólo cierto en teoría, no en la práctica”, advirtió Salazar en la inauguración de la audiencia el miércoles. “El ejemplo perfecto es Cuba. En los pasados cuatro meses, México ha enviado a la tiranía de Castro 55 barcos petroleros gratis con un valor de 3 mil millones de dólares… Sólo ayuda a la dictadura a continuar subyugando al pueblo cubano”.

Agregó que el acuerdo de México de invitar a médicos cubanos es una violación del T-MEC –uno de los argumentos que ya se emplean en las negociaciones para renovar el acuerdo comercial. Atacó a la presidenta Claudia Sheinbaum por rehusarse a comentar sobre la ganadora del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado. “El hemisferio occidental necesita líderes, no espectadores”.

Presión en el Congreso

Muy pocos legisladores acudieron a la audiencia y el Departamento de Estado –a pesar de que su jefe es también cubanoestadunidense de Florida– decidió no enviar a los más altos funcionarios de sus secciones sobre el hemisferio occidental y sobre narcóticos a la sesión. Elogiaron la cooperación de México, pero bajo el interrogatorio de Salazar, ofrecieron algunas criticas moderadas.

“Desafortunadamente, al adherirse a su política exterior, constitucionalmente no intervencionista, el actual gobierno frecuentemente ha actuado de maneras que son contrarias a lo que creemos son nuestros valores compartidos y a los objetivos de Estados Unidos”, declaró Katherine Dueholm, subsecretaria asistente de Estado para el hemisferio occidental en respuesta a Salazar. Resaltó en particular el apoyo de México a Cuba y agregó: “continuaremos instando a México a reconsiderar estas posiciones”.

Cuestionado por Salazar sobre qué más debería de hacer México, Chris Landberg, del Buró de Narcóticos Internacionales, respondió que “la cooperación está a nivel que no hemos visto en mucho tiempo”. Pero presionado a decir más, expresó que Estados Unidos da la bienvenida a un presupuesto mexicano ampliado para trabajo antinarcóticos y que espera se puedan dedicar más fondos a ese rubro, que los estadunidenses también les gustaría ver más fuerzas mexicanas patrullando la frontera con Estados Unidos, mayor esfuerzos ante China para abordar el tema de los químicos precursores empleados en la manufactura de fentanilo.

Esta audiencia en sí no tendrá un impacto directo en la toma de decisiones de la Casa Blanca, pero el cabildeo de Salazar y otros legisladores republicanos que apoyan las posiciones de Miller implica mayor presión sobre México, no sólo en asuntos bilaterales sino en la alineación con Washington en torno a Cuba y Venezuela en América.

JZ

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