El raciocinio es considerado propiedad exclusiva de los seres humanos. Tomar decisiones luego de sopesar evidencia y evaluarla en su conjunto es lo que se pensaba que diferenciaba a las personas de los animales. Un grupo de científicos de Países Bajos, Alemania, Estados Unidos y Reino Unido demostró que los chimpancés pueden evaluar evidencia y cambiar de opinión cuando existe nueva información que es más convincente. El hallazgo fue publicado en un artículo de la revista Science al que la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes tuvo acceso.
Los chimpancés poseen capacidades que antes se consideraban exclusivamente humanas. Aunque se sabía que estos grandes simios son capaces de hacer inferencias lógicas como deducir la ubicación de comida gracias a pistas visuales, no estaba claro si podían hacerlo de manera reflexiva. En otras palabras, no se sabía si eran capaces de discernir entre evidencia débil o confiable.
El equipo internacional liderado por Hanna Schleihauf de la Universidad de Utrecht en Países Bajos diseñó una serie de experimentos en los que los chimpancés debían elegir entre dos posibles ubicaciones de una recompensa alimenticia. En algunos casos, la evidencia a favor de su creencia inicial era débil, y en otros, más sólida. Los investigadores observaron que los chimpancés mantenían su hipótesis original cuando las pruebas que la respaldaban eran fuertes, pero la revisaban racionalmente cuando surgía evidencia más convincente en contra.
La evidencia sólida era la observación directa a través de un cristal de algún alimento que se encontraba dentro de una caja. La débil era sonora: al agitar la caja había un sonido debido al alimento o bien a un trozo de madera. Además, escondían alimentos en lugares sobre los que daban también pistas visuales y sonoras. Todos los estímulos podían presentarse de forma repetida y en diferente orden. Luego de la evaluación de todos los datos, los científicos afirmaron que los chimpancés no actuaron por simple intuición o de manera aleatoria, sino que ponderaron de forma consciente la calidad de la evidencia.
Según el estudio publicado en Science los chimpancés poseen un elevado nivel de reflexión. Como este rasgo es considerado propio del pensamiento humano, es probable que las raíces evolutivas de esta característica sean más profundas. En otras palabras, razonar en base a evidencia es una habilidad que podría haberse desarrollado antes en la evolución, en un ancestro común entre humanos y chimpancés.
El estudio no solo amplía la comprensión de la mente de los grandes simios, sino que aporta una nueva perspectiva sobre la evolución de la racionalidad. Si los chimpancés son capaces de evaluar la fortaleza de las evidencias y sacar conclusiones, quizá el hecho de razonar no sea una invención sólo de los seres humanos.
GD
