Un misterioso minisatélite natural que nos ha acompañado durante un siglo sin que nos diéramos cuenta, será desviado de su órbita.
El cine popularizó la idea de un asteroide impactando contra la Tierra, pero hoy la ciencia lo estudia como posibilidad real. Tras el éxito de la NASA en 2022 con la misión DART, China desarrolla su propia estrategia de defensa planetaria.
El plan contempla el lanzamiento de dos naves: la primera realizará un reconocimiento detallado del asteroide, recabando información clave de su estructura y desplazamiento; la segunda funcionará como impactador cinético, desviando deliberadamente su órbita entre tres y cinco centímetros.
La misión Tianwen-2, lanzada este 2025, tiene como objetivo principal recolectar muestras del asteroide 2016 HO3 y devolverlas a la Tierra en 2027. Utilizando una nave espacial equipada con 11 instrumentos científicos, incluyendo cámaras, espectrómetros y radares, la misión planea estudiar de cerca la composición y estructura del asteroide.
RECOLECCIÓN DE MUESTRAS
Además, se llevará a cabo una serie de pruebas de muestreo, incluyendo técnicas de aterrizaje y perforación, para obtener aproximadamente 1000 gramos de material del asteroide. Si la misión resulta exitosa, China se consolidaría como la segunda potencia mundial en probar la viabilidad de un sistema para proteger la Tierra de amenazas cósmicas.
Wu Weiren, jefe del programa lunar, afirmó que la meta va más allá del ensayo: construir un sistema integral de alerta temprana para detectar, monitorear y desviar objetos peligrosos, reforzando la capacidad de defensa.
TAMBIÉN EN MARTE
La agenda espacial china incluye la misión Tianwen-2, que visitará el asteroide 2016 HO3 para recolectar muestras. Paralelamente, continúan proyectos en Marte y se mantiene abierta la posibilidad de cooperación internacional en defensa planetaria.
GD