Un hallazgo inesperado en París ha devuelto a la luz una obra de Peter Paul Rubens que se consideraba desaparecida desde hace más de cuatro siglos. Se trata de Cristo en la cruz, un óleo de 105,5 por 72,5 centímetros, que permanecía oculto en una mansión de la capital francesa. La pieza fue localizada en 2024 durante un inventario realizado por la casa de subastas Osenat.
“Es el comienzo de la pintura barroca, se representa al Cristo crucificado, aislado, luminoso, sobresaliendo con fuerza entre un cielo oscuro y amenazante. Detrás del fondo rocoso y verde del Gólgota, aparece una vista que muestra Jerusalén iluminada, pero aparentemente bajo una tormenta”, describió Jean Pierre Osenat, presidente de la casa de remates, a la agencia AFP. Se trata de “un hallazgo sin precedentes”, añadió.
El lienzo, cuya existencia se conocía por referencias historicas, ha sido autenticado tras una investigación dirigida por el historiador Nils Büttner, presidente del Centrum Rubenianum de Amberes, institución de referencia en el estudio del pintor flamenco. Se cree que la obra pasó por las manos de nombres ilustres como el del artista William Bouguereau, lo que refuerza la trazabilidad de su recorrido hasta llegar a Francia.
El hallazgo ha causado expectación en el mundo del arte, tanto por la rareza de recuperar un Rubens perdido como por el buen estado de conservación de la pintura. La subasta está prevista para el próximo 30 de noviembre en París y se espera que despierte un gran interés entre coleccionistas e instituciones, aunque todavía no se ha adelantado la estimación oficial de su precio.
JZ