Mientras en Europa la rivalidad entre Roca Rey y Morante de la Puebla tiene a todos los aficionados atentos a cada paso de estos dos monstruos, en México el torero más destacado (porque tristemente no hay un mandón) nos anuncia que se retira de los ruedos.
Joselito Adame deja la fiesta brava en el momento en que esta actividad requiere de figuras que fortalezcan sus debilitados brazos. Cuando la lucha contra los anti taurinos requiere de más soldados, el comandante mexica deja el campo de batalla.
Urge un plan para que toreros, ganaderos, empresarios y aficionados nos unamos en defensa de la fiesta brava. Mientras siga sucediendo, como hasta hoy pasa, donde todos opinamos y nadie se pone en acción, esta querida tradición se perderá bajo la fuerza de quienes creen defender un animal, y terminarán aniquilando una especie.
A falta de Joselito, debemos esperar que el liderazgo en el ruedo sea tomado por Isaac Fonseca y Luis David Adame. Pero sobre todo, debemos esperar que aparezca un gran esteta que pueda hacer que se llenen las plazas de expectación como cuando se acudía a ver a Manolo Martínez y Eloy Cavazos, los últimos grandes titanes aztecas.
Mientras la fiesta revive (o se muere), yo trataré de seguir en mi barrera esperando los clarines y timbales para disfrutar de una fiesta única.
Enrique Alvarez
WA