Juan Carlos Vega Solórzano
El compromiso con el medio ambiente de la ciudadanía moreliana se ha hecho evidente nuevamente en la primer jornada de limpieza de la presa de Cointzio. Este cuerpo de agua, esencial para el suministro de la capital michoacana, enfrenta grandes retos por la contaminación y la acumulación de basura. Pero la fuerza del trabajo en equipo ha demostrado que se pueden sanar los daños cuando la comunidad se une por un objetivo común.
Además del impacto inmediato en la limpieza del embalse, estas jornadas que ya comenzaron y continuarán, tienen un efecto muy positivo en la conciencia ambiental de quienes participan. Muchos, tras ver de cerca la magnitud del problema, comienzan a adoptar hábitos más responsables en su día a día, como reducir el uso de plásticos y fomentar el reciclaje. A su vez, la interacción entre ciudadanos comprometidos fortalece los lazos comunitarios y genera una red de acción ambiental cada vez más robusta.
Cada fin de semana acuden ciclistas, corredores, pescadores deportivos y familias a pasar el día en un área natural muy cercana a la mancha urbana, plena en arbolado y paisajes suspendidos en el tiempo. Pese a que la gran cantidad de masa forestal es de la especie eucalipto, exótica para esta región, brinda la sensación de calma y plenitud, de paisajes naturales y contacto con la madre naturaleza, muy cerca de Morelia, que brinda aventuras, descanso y un momento de relajación.
El éxito de estas jornadas se debe, en gran medida, a la organización y el esfuerzo de diferentes sectores de la sociedad. Organizaciones civiles, instituciones educativas y autoridades locales han sido clave al ofrecer apoyo logístico y promoción para atraer a más voluntarios. También, la colaboración con expertos en medio ambiente ha permitido implementar estrategias más efectivas en la recolección y manejo de los residuos recuperados. Gracias a estas alianzas, la iniciativa ha crecido y se ha convertido en un ejemplo de participación ciudadana que puede replicarse en otras áreas naturales afectadas por la contaminación.
A pesar de los avances, todavía hay muchos desafíos. La contaminación de la presa no es solo un problema aislado, sino el reflejo de una mala gestión de residuos en toda la región. Es esencial que se intensifiquen las campañas de concienciación ambiental en los alrededores y que se implementen medidas efectivas para evitar que los desechos lleguen al embalse. Esto exige un compromiso más firme de las autoridades, quienes deben establecer políticas de manejo de residuos más estrictas y asegurar la correcta disposición de los desechos industriales y domésticos.
Asimismo, es esencial que las empresas y comercios locales se unan al esfuerzo colectivo adoptando prácticas más sostenibles. Disminuir los empaques plásticos,
promover envases retornables y establecer sistemas de reciclaje eficientes pueden hacer una gran diferencia en la cantidad de residuos que acaban en la presa y otros cuerpos de agua. La responsabilidad ambiental no debería recaer solo en los ciudadanos, sino en todos los sectores de la sociedad.
Por otro lado, la preservación de la presa de Cointzio también implica la restauración de su entorno natural. La reforestación de áreas degradadas, el control de especies invasoras y la protección de la biodiversidad local son acciones complementarias que pueden fortalecer los esfuerzos de limpieza. En este sentido, es esencial que las jornadas de limpieza no solo se enfoquen en la recolección de residuos, sino que también incluyan actividades de restauración ecológica y monitoreo ambiental para garantizar la recuperación del ecosistema.
El futuro de la presa de Cointzio depende de la continuidad y fortalecimiento de estas iniciativas. La ciudadanía ha dado un paso al frente con determinación y compromiso, pero la tarea no puede depender solo del esfuerzo voluntario. Es necesario que las autoridades, la iniciativa privada y la sociedad en su conjunto trabajen de manera coordinada para generar soluciones a largo plazo que aseguren la sostenibilidad de este recurso hídrico.
La presa de Cointzio no solo es un recurso hídrico estratégico, sino también un símbolo del potencial transformador de la participación ciudadana. La tarea es ardua, pero cada esfuerzo suma en la construcción de un entorno más limpio y sostenible. En Morelia, la esperanza y la acción van de la mano, demostrando que el poder del cambio reside en la comunidad. Con compromiso y trabajo en equipo, podemos recuperar y preservar este invaluable patrimonio natural para las generaciones futuras.
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