Abelardo Pérez Estrada
Cómo consecuencia del desgaste que han tenido los partidos políticos, disminuyendo su credibilidad, principalmente PRI, PAN y el extinto PRD, en 2018, con el triunfo arrasador de Andrés Manuel López Obrador, la oposición quedó borrada y tardaron al menos tres años en entender que las reglas del juego habían cambiado, en las elecciones intermedias en 2021 se reorganizaron, sumado a cierto descontento de la población y lograron recuperar la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México y algunos otros cargos importantes en el país, sin embargo, dando muestra nuevamente de su falta de organización en las elecciones de 2024, nuevamente fueron arrollados por un partido morena comandado en ese entonces por el presidente López Obrador
Al tener una oposición moralmente vencida, en algunos casos, lo oposición en este país era un comunicador y un payaso, me refiero a Carlos Loret y Brozo, como muestra de la decadencia, esa era la oposición que existía.
Pero como siempre he dicho en la política, no hay nada escrito, no hay nadie ni muerto, ni vivo para siempre, la salida de Andrés Manuel López Obrador, dejando el movimiento en manos de Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán, sumado al triunfo arrollador de Donald Trump, nos demuestra que hoy en México hay dos frentes opositores.
La primera dentro de morena, sin el liderazgo fuerte de AMLO, las diferentes corrientes dentro del partido están moviéndose en base a sus intereses y en algunos casos siendo de oposición a la presidenta Sheinbaum, como ejemplo con López Obrador, no se atrevían a cambiarle una sola “coma” a sus iniciativas, actualmente a la iniciativa anti-nepotismo de la presidenta, no sólo le cambiaron “comas” y párrafos enteros, sino hasta fechas, porque ella la quería para que entrara en vigor en el 2027 y por intereses personales principalmente de Monreal, del partido Verde y de Adán Augusto López, la movieron a 2030, para así no afectar sus intereses personales, nunca se habían atrevido tanto, por lo menos no en el sexenio de López Obrador.
La segunda oposición viene de afuera, es exterior, se llama Donald Trump, quien tiene el control de la agenda y obliga hacer un contrapeso, para que la presidenta ajuste sus estrategias comerciales y de seguridad para poder seguir y responder a la agenda que marca el mandatario estadounidense.
Mientras tanto, la oposición, o lo que queda de ella en México, sigue estando en manos de impresentables, que sólo quieren hacer de la política, una franquicia donde los mexicanos, nada les importamos.
POSDATA:
La credibilidad de Trump, se esta terminando con el desgaste del argumento de los aranceles, ahora tiene frentes abiertos con Canadá, Brasil, Unión Europea y con una posible recesión cada vez más cercana.
¡Es tiempo de los ciudadanos! …. y de los contrapesos.
baf