Insólito apagón masivo en Chile

Un corte total a nivel nacional en el suministro eléctrico, nunca antes ocurrido en semejante magnitud y que abarcó desde la frontera con Perú por el norte hasta la región de Los Lagos por el sur, a lo largo de 3 mil kilómetros, afectó ayer a Chile desde aproximadamente las 15:20 horas local (12:20 horas del centro de México).

Avanzada la tarde, dada la gravedad de la situación que afectó a sus 19 millones de habitantes y luego que desde el gobierno se reconociera que estaban fallando los protocolos para reiniciar el sistema eléctrico, el presidente Gabriel Boric recurrió a la ley de emergencia por estado de catástrofe y decidió aplicar un toque de queda desde las 22 a las 06:00 horas en toda la extensa zona afectada. Al menos 3 mil efectivos de las fuerzas armadas fueron desplegados, en tanto que las policías acuartelaron a todos sus elementos.

La distribuidora eléctrica Saesa, que atiende a más de un millón de clientes en Chile, señaló que se trató de un corte generalizado a nivel nacional que afectó la totalidad de sus clientes.

Cinco horas después de iniciada la emergencia, la reposición del servicio era mínima, tan solo en algunos municipios rurales de las regiones más extremas afectadas.

Apenas iniciada la contingencia, rápidamente las principales urbes del país comenzaron a entrar en caos: en la capital, la red de Metro quedó paralizada, afectando a 44 trenes que en ese momento realizaban recorridos, lo mismo que al ferrocarril metropolitano de Valparaíso, obligando a su evacuación, con decenas de miles de personas caminando por túneles o viaductos elevados.

El sistema de semáforos de las ciudades dejó de funcionar y el tránsito de automóviles entró en caos. Los bomberos reportaron que estaban recibiendo miles de llamadas de auxilio por personas atrapadas en ascensores.

Las empresas distribuidoras de agua anunciaron que el apagón afectó el suministro de agua potable en algunos sectores de la región metropolitana.

La red de telefonía móvil también comenzó a fallar por cuanto las antenas repetidoras comenzaron a agotar sus baterías, lo mismo que por la sobredemanda.

El transporte público de superficie también colapsó, porque las oficinas públicas, las industrias y el comercio cerraron sus puertas anticipadamente y el personal se volcó a la calle para regresar a sus casas.

Miles y miles no conseguían locomoción e iniciaban caminatas que podrían tomarles horas, en medio de una ola de calor que afecta el centro sur de Chile, con temperaturas hasta de 38 grados Celsius.

baf

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