El iceberg A23a, el más grande y antiguo del mundo, se desprende de la Antártida y navega a la deriva

El iceberg A23a, el más grande y antiguo del mundo, se ha desprendido recientemente de la plataforma de hielo de la Antártida y ahora navega a la deriva por el Océano Austral.

Este coloso de hielo, con un peso cercano al billón de toneladas y una superficie de 3,600 kilómetros cuadrados (equivalente a cinco veces la superficie de Nueva York), se encuentra en un viaje hacia las aguas más cálidas del Atlántico Sur, según detalla el medio Infobae.

El iceberg A23a tiene una historia que comenzó hace casi 40 años. En 1986, un enorme trozo de la plataforma de hielo Filchner en la Antártida se desprendió y formó el iceberg A23.

A lo largo de los años, A23 se fragmentó en tres partes, siendo A23a la más grande y resistente. Durante más de tres décadas, permaneció atrapado en el Mar de Weddell, donde sus imponentes placas de hielo de hasta 400 metros de espesor resistieron el paso del tiempo y los efectos del océano.

En 2020, A23a comenzó un lento desplazamiento hacia el norte, pero fue en 2023 cuando logró liberarse finalmente de la “Columna de Taylor”, un fenómeno oceanográfico que lo mantenía atrapado en un vórtice sobre un monte submarino.

Este fenómeno impidió que el iceberg avanzara rápidamente, pero ahora que está libre, su destino está sellado: se dirige a aguas más cálidas.

El destino de A23a parece inevitable: se desplazará hacia el Atlántico Sur, pasando por el conocido “callejón de los icebergs” y probablemente será arrastrado por la Corriente Circumpolar Antártica.

Su destino final podría ser la isla subantártica de Georgia del Sur, donde se fragmentará en pedazos más pequeños que, eventualmente, se derretirán.

El desplazamiento del iceberg A23a a través de las aguas del océano tendrá implicaciones significativas para el ecosistema marino.

A medida que se fragmenta y se derrite, liberará agua dulce en el océano, lo que podría alterar la salinidad y la temperatura en ciertas zonas. Además, su paso por las aguas antárticas crea un entorno favorable para el desarrollo de ecosistemas marinos, debido a los nutrientes que aporta a las aguas.

baf

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