Este descubrimiento, que fue parte de las investigaciones del programa FRESCO, reveló que estas galaxias existían durante los primeros mil millones de años después del Big Bang, según explicó la Universidad de Ginebra (UNIGE) en Suiza.
El hallazgo, publicado en la revista científica Nature, ha sorprendido a los astrónomos por la alta eficiencia con la que estas galaxias primordiales lograron formar estrellas, un proceso que parece haberse dado a una velocidad mucho mayor de la anticipada por los modelos actuales sobre el universo temprano.
El doctor Mengyuan Xiao, investigador postdoctoral en el Departamento de Astronomía de la UNIGE y autor principal del estudio, destacó que estos resultados están cambiando la comprensión sobre cómo se formaban las galaxias en esos primeros tiempos del cosmos.
Aunque estas observaciones plantean interrogantes sobre la rapidez de formación estelar en el universo primitivo, no cuestionan el modelo cosmológico estándar en su conjunto.
Los autores subrayan que estos resultados no amenazan las teorías de cosmología actuales, aunque sí sugieren que las galaxias antiguas podían formar estrellas de una manera notablemente eficiente y que aún queda mucho por entender sobre el proceso de formación galáctica en los inicios del universo.
baf