El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, dijeron el jueves que la muerte del dirigente de Hamás Yahya Sinwar sienta las bases para el regreso de los rehenes israelíes y el fin de la guerra en Gaza.
La muerte de Sinwar, cerebro del ataque del 7 de octubre de 2023 que desencadenó la guerra de Gaza, a manos de las fuerzas israelíes en el enclave palestino supone un gran éxito para Israel y un hito en el conflicto que dura ya un año.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo tras la operación que acabó con la vida del líder de Hamás en el sur de la Franja de Gaza que la guerra continuaría. Tras meses de idas y venidas, las negociaciones de alto el fuego no han prosperado y no han dado señales de movimiento en semanas.
El conflicto en curso en Oriente Medio ha sido un lastre político para el Gobierno de Biden antes de las elecciones estadunidenses del 5 de noviembre.
Harris se enfrenta a una intensa presión de los votantes árabes americanos, musulmanes y liberales por la ayuda armamentística y el apoyo diplomático a Israel en medio de los conflictos de Gaza y Líbano.
El ataque de Hamás del año pasado mató a mil 200 personas en Israel y terminó con la captura de más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
La invasión israelí a Gaza ha matado a más de 42 mil palestinos, según el Ministerio de Sanidad local, al tiempo que ha desplazado a casi toda su población y provocado una crisis de hambre.
En Líbano, donde Israel ha declarado que está atacando a los militantes de Hezbolá respaldados por Irán, el número de muertos supera los 2 mil, según el Gobierno libanés.