Artista, diseñador, coreógrafo y bailarín, fue conocido sobre todo por escribir unas memorias rencorosas sobre el vínculo que le había unido a la estrella del pop: “Nací hijo de mi madre, pero moriré hermano de mi hermana”.
Christopher Ciccone, quien se dedicó a su hermana mayor Madonna —viviendo con ella, advirtiéndole de un arresto inminente y dirigiendo sus giras mundiales de principios de la década de 1990— pero quien más tarde, tras sentirse apartado, escribió unas memorias en las que relataba experiencias que describió como “abuso”, murió el viernes. Tenía 63 años.
Fue bailarín de apoyo en sus primeras actuaciones en clubes. Soportó sus gritos cuando la acompañó en su vertiginoso ascenso a la fama.
La causa fue un cáncer, dijo su representante, Brad Taylor, en un comunicado. No especificó el lugar donde murió Ciccone.
Después de años en los que parecía que los hermanos oscilaban entre la fría distancia y las amargas disputas, Madonna publicó un comunicado en las redes sociales el domingo en el que elogió a Ciccone, recordó con cariño los años de su cercanía y describió una reconciliación antes de su muerte.
“Subimos juntos a lo más alto y tropezamos en lo más bajo”, escribió ella. “De algún modo, siempre volvíamos a encontrarnos”.