Lo he dicho en distintas ocasiones, la política es un circo para muchos, para otros es la más detestable de las profesiones, para algunos es un mal necesario y para otros es la posibilidad de hacer cosas mejores por los demás. Me atrevo a decir que la definición que cada quien tiene al respecto de esta noble ciencia es proporcionalmente directa a la relación que ha tenido con ella y más propiamente con quienes se la personalizan: los políticos.
Pero veamos un poco más allá de lo que nuestra nariz y la primera experiencia nos muestra. La política trasciende las vidas, las toca, les brinda rieles y caminos a través de la norma jurídica y de sus fuentes. Propicia como esencia humana la capacidad del acuerdo, construye sociedades y estas a su vez se organizan logrando lo que conocemos como el Estado.
En las manos de los políticos se encuentra avalar los planes de estudios de nuestros hijos, los tiempos de campañas, los tipos de hospitales, incluso si es obligatorio o no usar cubrebocas ante una pandemia mundial, hacer llegar medicamentos, recaudar impuestos, construir hospitales con ellos, contratar servicios para instalación de elevadores, otorgar contratos para el mantenimiento del metro de la ciudad de México, cancelas aeropuertos y construir uno nuevo. Lea con detenimiento otra vez la responsabilidad de las personas que usted termina eligiendo en las urnas el día que va y vota o peor aun que deja que voten por usted.
No son tiempos de hacer campaña y todos los partidos la hacen, no es la forma de construir un nuevo modelo educativo sin consenso especializado y si, con el visto bueno de sindicatos, gobernadores y presidente, no es el tiempo en el que los gobernadores jueguen a hacer eventos ideológicos, ni es el tiempo de que los presidentes hablen todo el tiempo. La importancia de la política es tal que el México que tenemos ahora es responsabilidad tanto de políticos como de quienes los elegimos, el día que entendamos eso entenderemos que no importa el género, no importan las raíces, no importan las promesas. Lo que importa es la vocación de servicio público.
Ignorar la política no te hace inmune a las tonterías de los que se asumen con el rol de políticos, puede dejarte sin agua, sin luz, pueden incluso dejarte sin el medicamento que ocupas, pueden crear la educación que ellos creen que tus hijos necesitan. La importancia de la política está en que es la política misma el único medio que puede tanto hundirnos como encontrar mejores condiciones para nosotros mismos.