por Abelardo Pérez Estrada
@abeperez
Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA
Y así lo creo, pienso que o el presidente no tiene quien le escriba, quien le aconseje o simplemente no les hace caso, es inaudito pensar que todas las decisiones que se toman a nivel federal, vienen de un solo hombre, que no tiene quien le cuente el impacto que tienen principalmente en el pueblo sabio que prometió apoyar.
Me refiero a que hace apenas unos días, nos volvió a sorprender con la decisión ahora desde la Secretaría de Educación Pública, de cancelar el “Programa de Escuelas de Tiempo Completo”.
¿Qué era el Programa de Escuelas de Tiempo Completo?
Una iniciativa del gobierno anterior, que apoyaba a más de 3.5 millones de niños, de los cuales, aproximadamente 3 millones de niños forman parte de escuelas rurales, más de 700,000 niños además están en comunidades indígenas
Por si fuera poco, en la última prueba nacional “Enlace”, mejoró significativamente el aprovechamiento académico de estos estudiantes.
Había 3 objetivos de este programa:
1. Aumentar las horas de clase a estudiantes más desfavorecidos.
2. Darles a estos niños un alimento a medio día, donde para más de 1.2 millones de ellos, era su primer alimento del día.
3. Apoyar principalmente a las madres de familia, con este horario flexible para que tuvieran mayores oportunidades laborales.
Un programa que tiene el olor a Peña Nieto, pero que fue reconocido en su momento por la UNICEF, que tampoco es que tenga mucho valor esta institución para el actual gobierno.
Durante 2019 la SEP ahora comandada por Delfina Gomez, (la recordarán, porque fue la que en Texcoco cobraba “derecho de piso a los trabajadores del municipio”, diciendo que iba esa lana al movimiento.), se sacó de la manga otro programa clientelar “La escuela es nuestra”, con la cual pretendía dar dinero directamente a los padres para que se encargaran del mantenimiento, recordarán que ya hicieron algo similar para hacer caminos, y fue otro estrepitoso fracaso.
Manifiesto lo mismo que dije cuando desaparecieron los fideicomisos, o el INADEM, o los programas donde “había” corrupción, repito, si hay corruptos métanlos a la cárcel, oblíguenlos a regresar lo que se robaron, pero no afecten a la población por su limitada visión de resolver los problemas.
¿O será acaso, que se le acabo el dinero al presidente y todos los programas los convertirá en clientelares, entregando el dinero directo para así seguir comprando voluntades?
Pues tan mal fue recibida la noticia que muchos gobernadores de la oposición, anunciaron que harán un esfuerzo para mantener el programa en sus entidades, pero grande fue la sorpresa de que el Gobernador Ramírez Bedolla de Michoacán y la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, también se sumaron, a esos gobernadores de oposición para mantener este programa funcionando en sus entidades, aun en contra del mandato de su mentor.
¿Sera que se comienzan a desmarcar?
O será un mensaje para los partidos de oposición de como anteponer a los ciudadanos a las ocurrencias cada vez más frecuentes.
Por cierto, deberían vigilar a donde se va el dinero que estaba destinado a este programa, no vaya siendo que decidan alimentar “2 bocas” y no la de 3.5 millones de niños.
Insisto, ¡Es tiempo de los ciudadanos!!!, no de las ocurrencias.