Científicos de la Universidad de Cincinnati encontraron evidencia de una explosión de origen cósmico en 11 sitios arqueológicos de la cultura Hopewell, una civilización indígena que se había desarrollado en Norteamérica, en una extensa área al sur de los Grandes Lagos.
El desastre, producido hace aproximadamente 1.500 años, dejó como huella una concentración inusualmente alta de meteoritos en la respectiva capa del suelo en comparación con otras épocas. Estas piezas de origen extraterrestre, ricas en hierro y silicio, fueron identificadas a partir de las concentraciones reveladoras de otros elementos que contenían iridio y platino. En muchos casos estaban fragmentadas y tenían la forma microglobular.
Además, los arqueólogos encontraron una capa de carbón que sugiere que el terreno estuvo expuesto al fuego y al calor extremo, según recoge un comunicado universitario. A partir de la distribución de este cuadro de incendios acompañados con la presencia de material químicamente ajeno, se calculó que el impacto afectó a casi 24.000 kilómetros cuadrados de tierras en el valle del río Ohio.
Los investigadores creen que era un cometa y las dos formas de datación aplicadas, por radiocarbono y tipológica, apuntan a un período de tiempo comprendido entre los años 252 y 383 d.C. A este lapso corresponden los vuelos cerca de la Tierra de 69 cometas, que observaron y documentaron en aquella época los astrónomos chinos.