El oro se despeña desde máximos y sufre su peor jornada desde abril de 2013

Jornada de castigo para los metales preciosos. Después de semanas de continuos máximos históricos que han llevado al oro por encima de los 4.300 dólares por onza y a la plata a batir niveles no vistos en 45 años, el mercado ha activado el botón de venta: el activo refugio por excelencia registra su peor jornada desde abril de 2013 y la plata al contado sufre su mayor caída en más de cuatro años.

El oro al contado ha llegado a retroceder un 6,3%, hasta los 4.082,3 dólares por onza, mientras que la cotización de la plata se ha hundido hasta un 8,7%, niveles que posteriormente han suavizado. En un año de incertidumbre geopolítica y económica, los inversores se habían dejado llevar por la búsqueda de activos refugio ante la depreciación del dólar y la expectativa de unos tipos de interés a la baja en Estados Unidos. “El repunte de más del 50% del oro este año implica un mensaje: la creciente inquietud sobre el orden fiscal y monetario actual”, sentenciaban los analistas de Barclays recientemente.

Azuzados por estas rápidas revalorizaciones, los flujos de inversión (institucional y particular) hacia el oro y los fondos cotizados (ETF) ligados al metal solo se han acelerado, sumándose al aumento de la demanda de los bancos centrales desde 2022 —cuando se congelaron los activos en el extranjero de Rusia—. Combinado este escenario con una oferta casi fija, el oro se ha disparado a un ritmo propio de activos más volátiles, como las criptos. En contrapartida, la corrección ha sido igualmente violenta.

Axel Botte, jefe de estrategias de mercado en Ostrum AM, filial de Natixis IM, afirma que el cierre del gobierno de EE UU reavivó la huida hacia activos libres de riesgo como el oro, pero en las últimas jornadas “algunos participantes en el mercado creen que la subida del metal precioso puede haberse vuelto excesiva, lo que ha llevado a los tipos sin riesgo a recuperar su estatus de refugio seguro”. Los analistas de Citi calculan que el oro se sitúe de aquí a tres meses en 4.000 dólares por onza, también ante los avances en las negociaciones comerciales entre EE UU y China. “En las últimas sesiones, los operadores han estado cada vez más pendientes, ya que han surgido preocupaciones sobre una corrección y consolidación”, apunta Ole Hansen, estratega de materias primas de Saxo Bank, en declaraciones a Bloomberg. “Es durante las correcciones cuando se revela la verdadera fortaleza de un mercado”, añade.

El cierre de la administración estadounidense no solo ha dejado en la calle a miles de funcionarios, también ha suspendido la publicación de datos económicos clave, como el boletín semanal de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas, que da indicaciones del posicionamiento de los hedge funds y los gestores de fondos. Sin este indicador, apunta Bloomberg, los especuladores son más propensos a las posiciones más extremas. “La ausencia de datos sobre el posicionamiento llega en un momento delicado, con una posible acumulación de exposición especulativa larga en ambos metales, lo que los hace más vulnerables a una corrección”, reconoce el responsable de materias primas de Saxo Bank, que apunta también al final de la mayor temporada de compras de oro en India, que coincide con la festividad de Diwali.

A ello se suma una volatilidad que se ha disparado en las últimas jornadas en el mercado de materias primas, impulsada por unos operadores que han optado por protegerse ante la corrección que se avecinaba. Según datos de Bloomberg, entre el jueves y el viernes pasado se negociaron más de dos millones de contratos de opciones ligados al mayor ETF respaldado por oro.

Las fuertes ventas que están registrando el oro y la plata están penalizando a las mineras cotizadas: Barrick Mining, Newmont y Agnico Eagle Mines se hunden más del 9% en Bolsa. El fondo cotizado VanEck Gold Miners, que sigue la evolución de los mayores productores de oro de todo el mundo, recorta un 9% en su peor jornada desde marzo de 2020.

GD

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