Matilda Garza, hija de la reconocida periodista Mónica Garza, contrajo matrimonio con Ricci Macciavelo en una ceremonia que destacó por su estética gótica y un enfoque profundamente personal.
La celebración, lejos de las convenciones tradicionales, se convirtió en una muestra de autenticidad y arte, reflejando los gustos y pasiones de la pareja.
La boda de Matilda Garza y Ricci Macciavelo se distinguió por su atmósfera oscura y elegante, inspirada en el arte gótico. La novia eligió un vestido blanco acompañado de accesorios poco convencionales, como cráneos decorativos y cuervos, que aportaron un toque simbólico a la ceremonia.
Los invitados fueron testigos de una unión donde cada detalle, desde la iluminación tenue hasta los arreglos florales en tonos profundos, representó la personalidad artística de los novios.
Lejos de buscar la atención mediática, Matilda decidió vivir este momento de forma íntima y significativa. De hecho, en su pódcast personal, mencionó con naturalidad: “por cierto, me casé con el amor de mi vida y nunca subí nada al respecto”, reafirmando su deseo de mantener su vida privada fuera del ojo público.
Mónica Garza siempre ha mostrado una relación cercana y comprensiva con su hija. En entrevistas anteriores, la periodista expresó sentirse orgullosa de la libertad con la que Matilda vive su vida. “Yo la apoyo en todo, me parece increíble tener una hija que se apasione por algo”, comentó en una ocasión.
Además, destacó que su inclinación por las artes plásticas ha influido en su forma de vestir y en sus preferencias culturales. “Le encanta el metal, dibujar y los idiomas. Lo último que haría sería decirle ‘no hagas esto, no te vistas así’”, señaló la comunicadora, dejando en claro que la autenticidad de su hija es motivo de orgullo.
JZ