Las protestas que desde hace días sacuden Marruecos dejaron tres muertos, según informaron medios estatales este jueves.
El jefe de gobierno de Marruecos, Aziz Ajanuch, confirmó las muertes, mientras que la policía informó en un comunicado que dos personas murieron cuando los agentes recurrieron a la fuerza para contener a los manifestantes que trataban de asaltar un edificio policial cerca de la ciudad costera de Agadir y apoderarse de las armas almacenadas en él.
Las autoridades no dieron detalles de cómo murió la tercera persona.
Estas son las primeras muertes reportadas desde que el sábado estallaron enormes protestas lideradas por jóvenes en todo Marruecos, en un contexto de creciente indignación por la decisión del gobierno de construir estadios de fútbol para la Copa Mundial de la FIFA 2030 en lugar de mejorar los servicios públicos y abordar la crisis económica.
Los muertos del jueves agravan la situación en un país que desde el fin de semana pasado ha visto cómo se organizaban masivas protestas y altercados al caer la noche en sus ciudades.
Ajanuch dirigió un mensaje televisado al país el jueves y dijo que su gobierno está listo para “el diálogo y la discusión en las instituciones y los espacios públicos”.
Pero muchos manifestantes han exigido en las protestas su dimisión.
Un manifestante declaró al programa Newsday de la BBC que el hospital de su ciudad, Oujda, en la frontera con Argelia, es como una “cárcel”.
Está sucio, y los pacientes tienen que sobornar a los agentes de seguridad y a las enfermeras para poder ver a un médico, según denunció el manifestante, que habló bajo condición de anonimato por temor a represalias.
Las protestas han estado ocurriendo por la noche, y la policía declaró que se vieron obligados a abrir fuego “en legítima defensa” el miércoles por la noche para repeler el “ataque” en Lqliaa, un área suburbana de Agadir, informó la agencia de noticias estatal.
A juzgar por las pancartas y gritos en las protestas, los gastos para la organización en Marruecos del Mundial de fútbol de 2030, el estado de los servicios públicos y la falta de oportunidades para la juventud parecen haber sido el detonante.
Las estadísticas oficiales muestran que la tasa de desempleo de Marruecos se sitúa en el 12,8%, con el desempleo juvenil disparándose al 35,8% y al 19% entre los graduados, informa la agencia de noticias Reuters.
Jóvenes
A principios del miércoles, el Ministerio del Interior declaró que se respetaría el derecho de las personas a protestar dentro del marco de la ley.
Sin embargo, algunas de las imágenes compartidas en redes sociales muestran a los agentes empleándose con contundencia contra los manifestantes y tratando de dispersarlos con cañones de agua y distinto material antidisturbios.
Khadija Riyadi, destacada abogada de derechos humanos, dijo en declaraciones citadas por The New York Times que hubo personas detenidas solo por conceder entrevistas a los medios.
Los organizadores del movimiento de protesta liderado por jóvenes, conocido como GenZ 212 —cifra que hace referencia al código de marcación internacional de Marruecos—, se han desvinculado de la violencia.
Se han estado movilizando principalmente a través de las redes sociales y no tienen una estructura de liderazgo formal.
Las protestas también han afectado a la capital, Rabat; a la principal ciudad comercial, Casablanca; y a la ciudad portuaria de Tánger —punto de llegada para los turistas que viajan a Marruecos en ferry desde España—.
Marrakech, el centro turístico de Marruecos, también fue golpeada por la violencia, con manifestantes que quemaron una comisaría, según los medios locales.
Rachid El Khalfi, portavoz del Ministerio del Interior, dijo que 409 personas han sido detenidas en todo Marruecos tras los disturbios.
Dijo que más de 260 agentes de policía y 20 manifestantes han resultado heridos, mientras que 40 vehículos policiales y 20 coches privados han sido incendiados.
También acusó a los manifestantes de arrasar oficinas del gobierno, bancos y otros negocios, así como de quemar decenas de vehículos policiales.
La mayoría de mensajes de protesta vinculados al movimiento en las redes y en la calle hacen alusión a la mala situación de la salud y la educación públicas en Marruecos y lo contraponen con los gastos millonarios aprobados por el gobierno para la construcción de los estadios del Mundial de fútbol de 2030, que el país magrebí organizará conjuntamente con España y Portugal.
Para cumplir con las condiciones de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), las autoridades marroquíes han aprobado los gastos que requerirá la construcción de nuevos estadios o la remodelación de los ya existentes.
Ese parece haber sido el detonante de una ola de protestas que ha ido ganando intensidad a medida que pasaban los días y en las que los jóvenes, a veces los adolescentes, están siendo los protagonistas.
Pero no es la primera vez que Marruecos vive una conmoción social.
Al país llegó la ola de protestas conocida como la Primavera Árabe de 2011, que hizo caer los gobiernos autoritarios de varios países islámicos, como Túnez, Libia o Egipto.
En Marruecos, el rey Mohamed VI accedió a una reforma constitucional y la situación se calmó.
El levantamiento de Marruecos sigue a manifestaciones a gran escala similares lideradas por jóvenes de la Generación Z, en la que se incluye a los nacidos entre finales de la década de 1990 y 2010, en Nepal, Indonesia, Filipinas y Madagascar.
Últimamente, manifestantes también identificados con la Generación Z han protestado en Perú y Paraguay.
El levantamiento en Nepal provocó la dimisión del primer ministro, mientras que el presidente de Madagascar disolvió su gobierno el lunes en un intento de aplacar a los manifestantes de allí.
JZ