Abuelos de Oaxaca buscan reunificación con hijos migrantes en EU

Santa Rosa Buenavista, San Sebastián Abasolo, Oaxaca.- El día de la despedida Honorina persignó a su hijo. Con la bendición de por medio, Erick emigró de manera indocumentada a Estados Unidos con su esposa y dos hijos, uno era apenas un bebé de nueve meses y la otra de un año.

La familia encarna la realidad de miles que viven la separación migratoria. Tan sólo ante la subsecretaría de Migración y Población de la Secretaría de Gobierno del Estado de Oaxaca, hay 200 personas adultas mayores a la espera de poder reunirse con sus hijas e hijos a través del programa Gozona Familiar.

En casa de Honorina hay luto. Isaías, su esposo falleció hace un mes. Partió sin volver a ver a su hijo. Un altar honra la imagen de un hombre fuerte como roble.

Siguiendo los consejos de su padre, ni Erick, ni Liliana -otra de sus hijas quien recientemente migró- regresaron al entierro.

“Siempre les dijo: si su mamá o yo llegamos a morir no quiero que regresen porque no con volver vamos a revivir”, relata Honorina.

Erick emigró a Estados Unidos con el objetivo claro de darle una mejor vida a su familia. El esfuerzo y el trabajo lo llevaron a colocarse en buenos empleos y tener una vida digna, algo que hubiera sido difícil lograr en su localidad, pues incluso actualmente casi la mitad de su población vivía pobreza moderada.

En el año 2020 -de acuerdo con cifras oficiales- el 45.1 por ciento de la población en San Sebastián Abasolo se encontraba en situación de pobreza moderada y 15.2% en situación de pobreza extrema. La población vulnerable por carencias sociales alcanzó un 33%, mientras que la población vulnerable por ingresos fue de 1.95%.

Aunque está seguro de que desea pasar su vejez en Oaxaca, por ahora Erick no tiene la intención de regresar. Y si bien, la situación se ha tornado complicada para los migrantes con la llegada de Donald Trump, no desea abandonar el vecino país, en donde nació su tercer hijo, el único con ciudadanía estadounidense.

Desde la llegada de Donald Trump para la familia la situación se volvió más preocupante. “Me tiene preocupada que después de tanto tiempo en que han venido luchando por una vida mejor, educación mejor para sus hijos, pierdan lo que ya ganaron. Es una de mis preocupaciones más grandes”, explica la mujer.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración (INM) hasta julio de 2025, un total de 5 mil 350 personas originarias de Oaxaca habían sido deportadas: 4 mil 557 hombres y 793 son mujeres. Erick no quiere estar dentro de ese universo.

Hace un par de días Honorina se puso en contacto con la Unidad de Vinculación de Comunidades Oaxaqueñas de la Subsecretaría de Migración y Población de la Secretaría del Gobierno del Estado para comenzar el proceso que le permita volver a abrazar a su hijo. “Yo lo único que le pido a las autoridades es que nos faciliten el ir a ver a nuestros seres queridos hasta donde están”.

JZ

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