Privilegiados

El futbolista de alto nivel es un ser privilegiado. Gana mucho dinero por su trabajo y es imán de patrocinios y negocios satélite a su profesión. Es básicamente una empresa. Pero muchas veces no son conscientes de lo que representan y de la realidad que viven.

Recientemente Raphinha, jugador de Barcelona, se quejó de que FIFA organizara el mundial de clubes, metiendo un torneo en el periodo de vacaciones de los jugadores. El brasileño se quejaba de que la FIFA solo piensa en las utilidades y no en el bienestar de los jugadores.

En otro continente, y sin que Raphinha se enterara, sus palabras crearon una discusión entre 2 exfutbolistas y generó mucho para el análisis.

Damián Zamogilny, exfutbolista argentino, dijo al respecto (lo resumo por cuestión de espacio) que muchos jugadores crecieron sufriendo pobreza y cuando están ganando millones les molesta jugar 3 partidos más.

Las palabras de Zamogilny fueron respondidas por Oribe Peralta, quien dijo: Entonces si sufriste de niño, ya no puedes descansar de adulto. No creo que haya olvidado su origen, simplemente no piensa vivir reventado”.

Mi visión es que los jugadores Élite son privilegiados. Pero como citaba al inicio, no se dan cuenta. Viven en una burbuja sin darse cuenta que el 95% de la población económicamente activa trabajan mucho más horas que ellos, y gana muchísimo menos. Tener los beneficios de un futbolista profesional conlleva necesariamente a pagar el costo. Y ese costo es generar más entretenimiento para quien consume su profesión.

Para pagar sus altos salarios se requiere de más torneos, más transmisiones de TV y más merchandising.


Hoy Raphinha puede retirarse y vivir dignamente con lo que le ha dado el futbol. ¿Cuántos pueden a los 28 años retirarse y vivir de sus rentas? Así es el futbol.

WA.

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