Con la iniciativa de reforma constitucional para prohibir que los gobiernos estatales contraten deuda pública de largo plazo, las y los michoacanos no heredarán una carga insostenible por los recursos pedidos por adelantado y, por el contrario, el dinero volverá a ser del pueblo, destacó el mandatario Alfredo Ramírez Bedolla.
El gobernador señaló que las administraciones anteriores recurrieron al endeudamiento público como una forma de gobernar, comprometiendo los ingresos futuros y ejerciendo el poder de manera irresponsable, convirtiéndose en una forma silenciosa de corrupción y en la excusa perfecta para no invertir en obras de infraestructura o servicios que beneficiaran al pueblo.
“No hay justicia social cuando miles de millones de pesos se van cada año a pagar intereses en lugar de derechos. No hay libertad política cuando el futuro ya está endeudado. Michoacán en los últimos 25 años ha crecido 25 por ciento en su Producto Interno Bruto, pero nuestra deuda ha crecido 640 por ciento de manera desproporcionada”, evidenció.
Subrayó que esta propuesta enviada al Congreso local para su análisis y aprobación, es la oportunidad para cambiar el rumbo de Michoacán, ya que, al prohibir constitucionalmente la contratación de deuda pública de largo plazo, que exceda la duración de la administración en funciones, se afirma que el futuro no se empeña, sino que se construye.
“Ningún gobierno tiene derechos a comprometer el porvenir más allá del tiempo que el pueblo le otorgó. Ninguna administración puede convertir su ineficiencia en destino. Ningún proyecto político puede financiarse a costa de generaciones que no votaron, no eligieron y no consintieron”, afirmó.
JZ
