El presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó al Gobierno de EE.UU. en medio de la creciente tensión con Venezuela. Aunque aclaró que “no reconoce” al Gobierno de Nicolás Maduro, el mandatario colombiano advirtió que no puede estar de acuerdo con “acciones violentas” ni con una eventual intervención militar estadounidense en el país vecino, luego de que Washington autorizara a la CIA a operar en territorio venezolano.
“La política (sobre narcóticos) que se impone sobre Colombia desde los Estados Unidos (…) tiene como consecuencia cercana una posible invasión a la república de Venezuela”, expresó Petro en un evento en Puerto Asís (sur).
“Yo, la verdad, no soy muy amigo de las políticas que se agencian en el actual Gobierno de Venezuela, porque no lo reconocí”, dijo Petro, en referencia al resultado de las elecciones presidenciales del 2024, pero remarcó las consecuencias que podrían traer eventuales operaciones estadounidenses en territorio venezolano.
“Pero sé lo que puede pasar en Colombia y esa es mi responsabilidad, si allá caen misiles allí o, como anuncian hoy (miércoles), si empieza por tierra una actividad violenta, de agentes de la CIA, dicen, o de marines, o como ya sabemos, de misiles sobre la población civil desarmada, sea de la cadena del narcotráfico o no sea. Porque está contraviniendo la resolución de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que aprobó la resolución colombiana por unanimidad”, dijo el mandatario colombiano.
Petro había reclamado días atrás que la Casa Blanca presente información sobre las identidades de las 27 personas que, según Washington, han muerto en los ataques militares en el Caribe contra embarcaciones presuntamente ligadas al narcotráfico, ante la posibilidad de que haya colombianos entre los fallecidos. Si bien EE.UU. pidió a Petro que se retracte, CNN reportó este miércoles que al menos una de las ofensivas tuvo como objetivo a ciudadanos colombianos, según dos personas informadas por el Pentágono sobre las maniobras.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, confirmó el miércoles que autorizó a la CIA a operar en Venezuela, con el argumento de frenar los flujos de inmigrantes indocumentados y el tráfico de drogas, y no confirmó si la agencia tendría autoridad para ir contra el presidente Nicolás Maduro.
Trump también indicó este miércoles que la campaña militar podría continuar por tierra. “Lo hemos detenido casi por completo por mar. Ahora lo detendremos por tierra (…) Sin duda, ahora estamos considerando la tierra, porque tenemos el mar muy bien controlado”, dijo en la Oficina Oval.
Maduro, en reacción a los anuncios, denunció en un acto público en Caracas lo que calificó como “golpes de Estado orquestados por la CIA” y rechazó cualquier intento de intervención extranjera en la región. Hizo un llamado a evitar la guerra y expresó: “No al cambio de régimen… no a los golpes de Estado dados por la CIA… América Latina no los quiere, no los necesita y los repudia”.
Por su parte, la Cancillería de Venezuela dijo que rechaza las declaraciones “belicistas y extravagantes” de Trump y consideró que consituyen “una gravísima violación del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas”.
El Gobierno de Venezuela ha negado las acusaciones de Washington sobre presuntos vínculos con el narcotráfico.
Trump evitó afirmar que su objetivo era derrocar a Maduro, pero señaló que percibía presión sobre los líderes chavistas. “Creo que Venezuela está sintiendo presión. Pero creo que muchos otros países también están sintiendo presión. No vamos a permitir que este país, nuestro país, sea arruinado porque otros quieran enviar, como dices, a lo peor de los suyos”, dijo, refiriéndose a su falsa teoría de que varios países vaciaron sus prisiones e instituciones mentales para enviar personas a Estados Unidos.
Trump actualizó las atribuciones de la CIA aproximadamente al mismo tiempo que firmó una directriz secreta ordenando a las fuerzas armadas atacar a cárteles de drogas latinoamericanos a principios de este verano, según fuentes gubernamentales,.
JZ